Quizás los espejismos de ilusión me hayan cegado con falsas visiones.
Quizás todo se ha dicho, pero nada se ha hecho.
Quizás aquí estoy, pero de aquí no soy.
Quizás no eres tú.
Quizás.
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En las zonas de campo («llano» se llama en Venezuela), durante la época de lluvia, que coincide con el invierno y que dura seis meses, se aprovecha que el ganado se puede confinar a una zona relativamente pequeña y que hay suficiente comida, y se ordeñan las vacas. La inmensa mayoría del ganado criollo tiene mezcla con indo (cebú), cosa que hace del ordeño una labor, cuando menos, delicada.
Las vacas se encierran y se separan de sus becerros la noche anterior. De madrugada se van liberando una a una las hembras y sus crías, y para ello se nombran: el ordeñador, con su soga y su «manea» (cuerda que se usa para atar las patas traseras de la vaca) va cantando una «tonada» que menciona el nombre de la vaca a la que le toca turno. La vaca y el becerro se llaman igual, y cuando oyen su nombre saben que serán liberados y se ponen a las puertas. El «becerrero» tiene el trabajo de liberar solo esos animales: la hembra se ata, se manea y se le pone el becerro para que libere la oxitocina necesaria para que «baje la leche» («apoyar«, se llama eso).
Siempre cantando, el ordeñador hace su trabajo rápido, y la canción sirve para hablar de las novedades, del paisaje, de sus dolores propios… Sólo se puede ser veraz a través de la poesía, por eso las tonadas las puede entender cualquiera, aunque no sepa nada del campo. Simón Díaz era becerrero cuando niño y recopiló muchísimas, además de las que él mismo compuso.
Esta canción es un canto de ordeño y la vaca se llama «Luna Llena«. Un tema original de Simón Díaz, versionado por este gran cantante brasileño.
Vale, no lo había oído y hoy ha sido la primera vez. Desde el principio he pensado «joder, esto es un tema de vallenato malamente remezclado» y me he puesto a buscar información. Creo que voy a asegurar mi oído porque es que lo tengo fino fino:
El dichoso acordeón es un sample de una canción colombiana que se titula «La Cumbia Cienaguera» de Aniceto Molina:
Personalmente me parece una mierda de canción, malos ritmos y malos arreglos. Por cierto, esos ruidos de mono y la risa esa de hiena no son muy agradables y están de más, pero supongo que no se puede esperar mucho más de un mal productor.
Siempre me ha encantando esta canción…
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O estoy especialmente susceptible [lo cual es posible] o simplemente soy un jodido sentimental [lo cual es probable] o ambas cosas [lo cual es viable]. Estar viendo a João Gilberto, Antônio Carlos Jobim y a otros grandes artistas de la MPB mientras interpretan las canciones que tanto me gustan es que me dan ganas de llorar, y no es porque sean temas tristes. Si me pongo así viéndolos en grabaciones, creo que si pudiese tener la oportunidad de viajar en el tiempo y pudiera escucharlos en vivo me deshidrataría por los ojos de la emoción.
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