Memòries de viatge

Confieso que he tenido que usar el traductor castellano-catalán para poder escribir correctamente el título de esta historia, pero qué le vamos a hacer si no sé dónde van las tildes en ese idioma

Estoy más que conforme con el balance de este último trayecto del viaje ya que a pesar de los contratiempos y demás percances el resultado ha sido notablemente satisfactorio. El comienzo del final ha estado marcado por una nueva aparición de mi queilitis pero con paciencia y el tratamiento adecuado esa molestia en los labios ha acabado por desaparecer, afortunadamente.

¿Alguna vez te ha asaltado una sensación de cansancio tal que sientes un enorme lastre en el corazón y el alma? ¿Alguna vez has escuchado a esa vocecilla, esa que suele hablarte desde el rincón más profundo y oscuro de tu mente, gritar a pleno pulmón «no tiene sentido seguir con esto»?

Si te sucede, haz caso a tu conciencia y corta los hilos atados a ese peso que evita que puedas volar hacia el cielo. Quizás brote sangre de ellos, tu propia sangre, pero será una herida que sanará por sí misma con el tiempo y un ganchito, como dice la canción.

No hay nada más allá, tan sólo la simple, brutal e impertérrita ley causa-efecto. Acaba con las incertidumbres que pueblan tu vida, enfréntate a la realidad, la verdad te hará libre.

Yo lo he hecho y aquí estoy, mejor que peor, que no es poco. He regresado de una travesía que ha sido uno y más viajes, que quizás han durado muy poco, o quizás han durado demasiado, porque no sé cuánto tiempo hace que los he iniciado pero sí sé cuándo han concluido.

Regresar a casa no siempre es sinónimo de descanso porque al menos en mi caso no es más que el inicio de nuevos planes de viaje, que puede que se queden sobre el papel de la mente o escritos en piedra, o quizás comiencen tarde o temprano.

Al menos sé que no estoy muerto, porque aún amo la vida.

Gentilhombres en Italia

Bueno, ya quedan pocas horas para tomar un avión que nos lleve a [J] y a mí hasta la tierra de Rómulo y Remo. Se nos presentan unos días bastante intensos en los que disfrutaremos como congresistas de Spine II de las charlas de algunos de los mejores fisioterapeutas mundiales.

spine II

Nos vemos el martes y si no, nos imaginamos.

Vacaciones [y III]

Valle Gran Rey - a set on Flickr
Túnez - a set on Flickr

Bueno, creo que ya es hora de hablar un poco de mis vacaciones de este año.

El viaje a La Gomera fue una gozada, con mucha tranquilidad, calor y playa. La verad es que Valle Gran Rey no ha cambiado tanto desde la última vez que estuve por allí, alguna que otra cosa pero nada radical.

El viaje a Túnez es otro tema distinto. No me lo pasé mal, no puedo decir eso, pero sí que es un país para visitar una vez y no volver, y no soy el único que piensa eso sino también todo el grupo de personas con el que compartimos nuestras peripecias por aquellas tierras.

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Barcelona [y II]

barcelonaHace 24 horas que volví de mis andaduras por la Ciudad Condal. Bastante frío pero no demasiado con respecto a lo que estamos acostumbrados a aguantar en La Laguna en invierno. No llevé cámara de fotos, sólo saqué instantáneas con el móvil y me dediqué a enviarlas via MMS a algunas personas.

Todo correcto, todo bien, aunque esto no vale mucho en boca de un inconformista por diseño, ¿no?

Barcelona

barcelonaPues eso, esta tarde me piro a Barcelona. Como no sé si después del trabajo me dará tiempo de escribir algo con los últimos preparativos pues lo hago ahora después de ducharme y antes de desayunar.

Los que quieran conocer detalles que me llamen al móvil, paso de andar escribiendo aquí los motivos de mi visita a la Ciudad Condal.

¡Nos vemos el lunes!

La extraña mente humana [y II]

lyonOtra muestra más de lo retorcida que es la mente humana es que esta noche cené atún con mayonesa en un bocata, y mientras me lo comía me encontré recordando cuando estábamos en Lyon sentados al lado de la catedral almorzando unos bocatas de lo mismo. Por si fuera poco, de postre comí yogur natural con muesli y me acordé de aquel desayuno en Luxemburgo, en el mejor albergue que tuvimos la suerte de visitar.

No sé, pero creo que tendré que vivir con estas cositas que me recuerdan tanto a ti, sólo que no las recuerdo con la tristeza que me embargababa ayer, más bien con el sentimiento melancólico que despiertan las cosas bonitas del pasado.