He llorado

tearsCuando era pequeño apenas lloraba, sólo cuando me hacía daño de verdad o mis padres se cabreaban conmigo. Recuerdo que cuando murió mi abuela materna no lloré, no sé por qué razón, la quería muchísimo pero no salió de mí. Tendría 8 años más o menos, y no viví muy de cerca su enfermedad porque no me dejaron ir a verla al Hospital ni a su funeral.

Sin embargo, recuerdo las veces que he llorado, las puedo contar con las dos manos y me sobrarían dedos. No es que me dé vergüenza hacerlo, es simplemente que tengo que estar muy jodido para soltar una lágrima. Las muertes de mi abuelo materno, abuelo paterno y abuela paterna, esas sí que las lloré, porque me cogieron ya de mayor y sabía qué estaba ocurriendo, viví todo el proceso.

A éstas le tenemos que sumar las dos veces que me has visto llorar por ti, y ya te digo, no me avergüenzo porque han sido lágrimas desde el alma. Sin embargo, aún queda otra más y fue esta mañana mientras iba a trabajar. Me dio rabia, no por considerarme débil ni nada de eso, es una estupidez eso de que los hombres no lloran, sino porque tenía miedo de sufrir un accidente de lo nublada que tenía la vista. No me hubiese gustado nada acabar en el fondo de la presa de Tahodio, que si tuviese agua pues tampoco pasaba nada porque sé nadar, pero es que está completamente seca. Bueno, a lo mejor juntando las gotitas que brotaban de mis ojos hubiese conseguido formar un charquito simbólico…

Para terminar de completar la situación, me tocó recorrer el trayecto desde el aparcamiento hasta la puerta bajo la llovizna que estaba callendo. Vaya estampa más poética, el cielo y yo llorando los dos.

Constante de disociación

chemistryRecuerdo una vez que me estaba tomando una cerveza con [E] y las amigas de la facultad. No me acuerdo quién comentó algo sobre las burbujas de la cerveza y en uno de esos arrebatos que me dan a mí les conté la [interesante] historia del ácido carbónico. Todo el mundo se quedó pescando, no sé si por efecto etílico, por lo improviso de la situación o porque no se enteraron una mierda de lo que les estaba diciendo. Pues bien, la noche de la cena de empresa me acordé de la anécdota y en un arranque de espontaneidad solté lo siguiente:

Busco una chica con la que pueda hablar sobre la constante de disociación del ácido carbónico mientras estamos de fiesta tomándonos una copa.

Este es un ejemplo de las perlitas que suelto cuando me entra la bobería. Por suerte mi compi [M], que atendía a las clases de Química, pilló por dónde iba el tema y su contestación fue una confirmación de mis sospechas:

Pues lo tienes jodío, ¿eh?

Ya lo sé, ya lo sé…

La extraña mente humana

mindCada día que pasa me encuentro a la mente humana más extraña y retorcida. Ayer mismo, después de la paliza anímica que llevaba, si le sumamos que no almorcé ni cené, dio como resultado una serie de pesadillas como jamás había tenido en mi vida. No recuerdo detalles concretos, sólo sé que cerca de las 7 de la mañana me quedé en estado de estupor, en ese estado que no sabes con seguridad si estás dormido o despierto, mirando al techo de mi habitación y viendo lucecitas blancas que aparecían y desaparecían.

Una noche inquieta dio paso a un despertar automático, ya que cuando me di cuenta realmente de que estaba despierto ya me encontraba dentro de la ducha enjabonándome el cuerpo. Salí de mi casa pensando en todo el día anterior, en toda la serie de acontecimientos que se habían sucedido y las repercusiones futuras, hasta que me di cuenta que estaba aparcando el coche en Ifara.

Parecía que todo el mundo sabía qué me pasaba, porque me preguntaban que cómo estaba y al yo decir que había estado mejor todos me daban palabras de ánimo. Mi primera paciente de la mañana me dijo que las personas que me querían me iban a ayudar a salir adelante, y eso que no le dije qué me pasaba realmente. Otro paciente me dijo que todo era solucionable, que no había ninguna situación que durase para siempre y que cualquier pensamiento podía cambiar de un día para otro.

La compi, sólo con ponerme una mano en el hombro me infundió el calor que me hacía falta. Mi amigo y compañero de trabajo me animaba diciéndome de ir a hacer cursos, demostrándome que hay más cosas que hacer en la vida que quedarse estancado lamentándose de que las cosas no salgan como esperamos.

No sé, hoy ha sido un día para recargar las pilas, y aunque no estoy al cien por cien de rendimiento al menos tengo suficiente como para volver a echar a andar poco a poco.

A todos vosotros, gracias.

Energía tempranera

energyEstá visto que si me levanto con el único estímulo sonoro que es el despertador no es lo mismo. Hoy, por ejemplo, mientras preparaba el tomate aliñado para llevar al trabajo me enchufé el iPod y salió una canción de Nuspirit Helsinki, Skydive, y supongo que debido al ritmillo se cargaron las pilas de tal forma que hasta daba gusto ir a trabajar. Qué cosas…