If I’m lucky

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Hay quien deposita demasiada confianza en la suerte para ciertos menesteres.

If I'm lucky, how lucky it would be to be in your arms,
that my lips would finally fall down into your heart.
If I'm lucky, how wonderful it would be to feel your warm
and hear your breath while we are in an ocean of calm.

But suddenly I realize something wrong in my dream,
something that could break all down into pieces.
I don't believe in luck nor another type of magic;
I only believe in facts, and those facts are called love.

No es mi caso.

Pensamiento del día

Aunque no los entendamos, cada uno tiene sus motivos para luchar por sus ideas.

La soledad nunca nos dejará solos.

No permitas que nadie te desee suerte; la suerte es sólo para los perdedores.

Símiles [y II]

Patio góticoIntenta imaginar al amor como una entidad en sí misma, no como una posesión única y exclusiva de cada individuo participante en una relación interpersonal en la que participe dicho ente. Es un organismo pensante, calculador, maquiavélico, disfrazado de alegría e ilusión, infantil por momentos, para luego transformarse en tristeza y melancolía, doloroso despertar de un sueño.

O no, tal vez es inocente y, como tal, se le puede reprochar todo pero no se debe exigir compensación por nada. Tal vez es ignorante de las consecuencias que provocan sus actos, como un niño que desconoce la dirección de sus pasos pero simplemente echa a andar.

Sea como fuere, el amor es diferente para cada persona que lo sufra o lo disfrute, y sólo podemos ser jueces y verdugos de nosotros mismos y nadie más. Nada ni nadie se puede salvar de ser diana de comentarios, pero existe una gran diferencia entre las personas y el amor: las personas se ven afectadas por los comentarios pero el amor no, porque para él ninguna persona tiene la potestad para hacer un juicio de valor sobre él.

El amor está por encima de asuntos mundanos, del dinero, bienes materiales, razas o creencias religiosas, por eso es tan peligroso y tan temido por algunos. Su poder radica precisamente en su condición de universal, y por eso sólo puede ser atacado por otros sentimientos, como enemigos que aprovechan algún pequeño resquicio de debilidad.

El amor exige exclusividad, porque cuando aparece una o más variables externas a la ecuación existente entre «x» e «y» (o entre «a» y «b», por aquello de los cromosomas diferenciadores), el amor pasa de ser un medio de comunicación bidireccional a convertirse en una mentira unidireccional.

El amor exige dedicación total e incondicional entre los elementos que conforman la pareja y si no, se convierte en un pasatiempo teatral aderezado, con suerte, con pequeños divertimentos que enmascaran a modo de especias el sabor amargo de la situación.

El amor es tan magnánimo que nos da la libertad de actuar como nosotros deseemos pero, si no cumplimos sus designios, deberemos cargar con el pesado lastre de las consecuencias.

El amor no toma rehenes, exige rendición o castiga con la muerte. Es brutal, es extremista, y si no se comporta así es que no es amor, es una suerte de capricho, una atracción mal definida o un simple pasatiempo para aquellos que toman la soledad como algo tedioso y odioso.

Pensamiento del día

A veces después de una buena época viene otra mala, como si estuviésemos en deuda con la vida y ésta nos exigiese una devolución con intereses por todo lo que nos ha dado.

La buena suerte existe únicamente en nuestra mente; no hay buena ni mala suerte, tan sólo sucesos que ocurren por probabilidad y que nosotros interpretamos como favorables o desfavorables en función de nuestros intereses.

Las personas con más suerte son aquellas que saben aprovechar las oportunidades, que tienen capacidad para predecir las consecuencias de sus actos antes de llevarlos a cabo y que eligen las opciones más adecuadas.