Si el destino no es de tu agrado busca uno nuevo y comienza otro viaje.
La labia es la herramienta que muchos usan como método para conseguir lo que les interesa; para algunos es la única manera que poseen para alcanzar sus objetivos.
La buena reputación es algo que no sirve sino para imponer limitaciones a la hora de hacer lo que realmente a uno realmente le apetece hacer pero que por lo visto hay que mantener dentro de unos cánones que el resto de la sociedad tiene la osadía de calificar como aceptables.
It’s hard. They always do that; as soon as they get what they want, they disappear. They take in front of me time and time again, and i let them. Sometimes I feel so dirty, used. What happened to romantic dinners? Picnics at the beach? Holding hands in the park? A cosy night with DVDs and popcorn? They don’t see me as me. They see me as some sort of toy. Sometimes I just wanna be held at night. All they think about is fuck. And fucking is nice but not 24/7. Women are pigs.
Become a girl toy. There is a Jack & Jones store near you.
El mensaje está claro, ponte esta ropa y será el juguete sexual de las tías, no hay más. Sin embargo, el diálogo del tío me ha resultado curioso y creo al combinarlo con las imágenes y una buena edición de vídeo se consigue llegar hasta el espectador. Se hace extraño que un hombre ande diciendo todas esas cosas cuando normalmente estaríamos acostumbrados a que fuese una mujer. La situación es tan surrealista que logra su objetivo, que el individuo que esté viendo el anuncio sufra un episodio onírico durante el estado de vigilia, dicho de otra manera, comience a soñar despierto imaginándose en la situación en la que se encuentra el protagonista. Pero claro, junto a esta idea va asociada la marca como condición para alcanzar esa fantasía, y ahí es donde la empresa detrás del producto saca su parte lucrativa, es decir, dinero.
Siempre se ha dicho que los que más dinero gastan en publicidad son los que menos la necesitan. Hoy en día, gracias a Internet, las empresas se están ahorrando mucho presupuesto en publicidad porque no sé cómo estará ahora mismo la relación tiempo/dinero en la televisión, pero la red y con un par de herramientas gratuitas en lo único que tienen que gastar es en la agencia de publicidad y poco más. Es un negocio redondo, porque luego serán los propios usuarios los encargados de diseminar su campaña por todo este vasto territorio que es la red mundial, ya sea a través de blogs o redes sociales, el perfecto caldo de cultivo.
La publicidad siempre se ha aprovechado de los deseos, más o menos básicos, que todos poseemos de manera que nos transmite la idea de que consumiendo productos lograremos satisfacer nuestras ansias y, al fin y al cabo, ser felices aunque cada uno a su manera. Esa es la mentalidad de las sociedades del consumismo salvaje y el materialismo enfermizo. Si se lograse hacer lo mismo con la cultura estoy seguro que otro gallo cantaría.
Ayer tuve una revelación, y es que es tan obvia que nunca me había dado cuenta que siempre ha estado ahi:
La Sociedad tiende hacia la gilipollez, a pasos agigantados.
En estadística, la moda es el valor que cuenta con una mayor distribución de datos, así que estadísticamente la tendencia normal es la gilipollez, porque conozco gente que tiene la mala suerte de toparse con personas de esta moda, así como yo también me encuentro a menudo con gente así. El problema de esta moda en concreto es que por definición siempre será mayoría.
Esto viene a cuento de las relaciones interpersonales, y es que no entiendo por qué la gente se empeña en hacer las cosas más difíciles de lo que son, ese ansia consciente o inconsciente por joder la situación sistemáticamente. Hay dos expresiones que me tocan la moral de forma exagerada:
Hacerse de rogar. Bueno, cuando alguien se hace de rogar me toca la moral. No entiendo cómo aún queriendo algo, la gente se priva de ello sólo por joder a la otra persona. Eso es un acto de gilipollez doble, porque para la persona que se hace de rogar supone el no tener lo que quiere y además joder a la otra persona que lo quiere. Y para quien lo sufre supone considerar a la otra persona como gilipollas y considerarse a sí mismo como gilipollas por andar aguantando esas cosas.
Hacerse ilusiones. Cuando alguien le pide a otra persona que no se haga ilusiones me toca la moral. Las ilusiones están relacionadas con lo que esperamos y el ansia de conseguirlo, así que realmente se está pidiendo que no se espere nada de esa persona. Si alguien te pide que no esperes nada pero luego pretende mantener una relación interpersonal está cometiendo una incongruencia y una gilipollez. Y digo yo, ¿no estás perdiendo el tiempo con esa persona y, por extensión, haciendo una gilipollez?
Una relación interpersonal con alguien anclado en la moda de la gilipollez es una gilipollez en sí misma, así que al final todos somos gilipollas en algún momento. Está en nosotros el tomar las decisiones oportunas para salir de esa moda, pero lo primero es reconocerlo.
P.D.- Como se me hacía pesado hacerlo palabra por palabra pongo ahora la equivalencia canaria:
Ten cuidado con lo que deseas, podría hacerse realidad.
Ojalá la justicia poética no fuera tan sólo un recurso literario y fuese algo más habitual en la vida real.
Ya lo dijo Saramago, frente a la Edad de Piedra o de Hierro, estamos viviendo en la Edad de la Mentira. Es triste, pero la manipulación, la mentira y la ofuscación de la verdad son las conductas naturales que todos interpretamos. Es por eso que me siento tan mal cada vez que me tengo que adaptar a esta sociedad. Es por eso que me siento fuera de época tan a menudo.