Estos franceses… (y 2)

Folie deux, trois, quatre…

Antecedentes

La folie deux a locura compartida fue descrita por primera vez por Lasegue y Falret en 1877. Las denominaciones tales como "insania doble", "psicosis compartida" o "trastorno paranoide compartido", según el DSM-III son los equivalentes anglosajones de aquella denominación francesa.

Definición

Es una patología que se caracteriza por síntomas psicóticos, incluyendo los delirios, en un sujeto; deviene compartido por dos o más personas que viven en asociación estrecha o íntima con aquel.

Aspectos epistemológicos

La folie deux es un fenómeno relativamente poco frecuente, a pesar de lo cual tiene un lugar preciso dentro de la clínica psiquiátrica. Se ha encontrado más a menudo en mujeres, pero también se ha observado en hombres. Generalmente se ha observado entre los que viven en estado de indigencia y estrés social. Sin embargo, es factible que la indigencia sea más un resultado que una causa de la enfermedad.

No se ha encontrado una prevalencia demostrable en relación con determinados grupos étnicos o culturales. Las parejas más comunes suelen ser las de hermanas, un marido y una esposa, madre e hijo, dos hermanos, amigos íntimos o padre e hijo. Esta patología también se ha manifestado en familias enteras, por lo cual ha herencia es un factor que también merecería estudiarse.

Etiología

Una condición casi imprescindible para que aparezca una folie deux es una estrecha convivencia y un íntimo vínculo emocional entre las dos personas afectadas. También que el delirio sea verosímil y se mantenga dentro de los límites de lo posible.

La identificación con el agresor como mecanismo psicopatológico, así como el sometimiento y la falta de autonomía de un sujeto respecto del otro, parecen dar cuenta del curso y de las características del cuadro.

La sugestionabilidad también desempeña un papel importante en esta patología, en cuanto es una respuesta acrítica y de sumisión a una idea o influencia.

  • El cultismo (las sectas) es una variante de la folie deux, donde una persona, el líder, inculca a un grupo con su ideología personal y crea condiciones de vida que impiden los contactos sociales de intercambio con la realidad.
  • El abuso de drogas, el envejecimiento y el aislamiento social pueden ser factores contribuyentes.
  • Se han producido asesinatos y suicidios a consecuencia de este trastorno.

Diagnóstico

Se desarrolla inicialmente a partir de aquellas situaciones en las cuales un delirante auténtico va armando poco a poco con sus convicciones iniciales una historia plausible junto a su pareja o en el ámbito de sus familiares allegados, sumisos a él por una regla de autoridad legítima, socialmente reconocida; luego un ser débil, con mayor sugestionabilidad o con menor inteligencia, carácter y actividad, va adhiriendo paulatinamente a aquellas creencias delirantes.

El iniciador de una psicosis inducida o compartida puede ser una esquizofrenia con franco predominio de contenidos paranoides, con ideas de grandeza, con una particular adaptación al mundo y una profunda relación con la otra persona, que por lo general está en una posición dependiente, como dijimos.

El iniciador y el receptor tienen muchos elementos en común, han vivido estrechamente unidos en el mismo ambiente durante un largo período, relativamente aislados del mundo exterior, comparten muchas experiencias vitales, necesidades y esperanzas comunes, y lo más significativo es la profunda relación emocional recíproca. El delirio compartido por lo general se mantiene dentro de los límites de lo posible y puede basarse en acontecimientos pasados o en expectativas comunes.

Clínica

Esencialmente podemos decir que esta patología satisface los criterios del trastorno paranoide, esto es: predominio de delirios persecutorios persistentes y ausencia de síntomas esquizofrénicos característicos, o también de un síndrome maníaco o depresivo, o de un trastorno orgánico mental, como generadores de la patología delirante.

Cabe destacar que las ideas de tinte paranoico son las que tienen una tendencia particular a difundirse por contagio psicológico. En estos casos podría decirse que el sujeto influido es un miembro más sano y en este sentido se distingue desde el punto de vista clínico por una expresión más razonable de sus falsas creencias y una mayor respuesta a los argumentos racionales.

Los delirios crónicos sistematizados interpretativos de contenido persecutorio, los cuadros paranoides con delirios de contenido hipocondríaco, los delirios pasionales, las psicosis de reivindicación, los desarrollos en sector por pérdidas afectivas pueden ser generadores de folie deux.

Variaciones clínicas del cuadro

Es posible distinguir tres tipos de díadas patológicas:

  1. Las psicosis simultáneas, donde el trastorno surge al mismo tiempo en dos personas que conviven y presentan igual predisposición premórbida.
  2. La psicosis impuesta, donde el trastorno pasa del miembro enfermo al sano y desaparece de la sintomatología del sano al separarlos. Es la forma más frecuente.
  3. La psicosis comunicada: inicialmente el sujeto inductor transmite la psicosis al receptor. Posteriormente se desarrolla en éste un cuadro psicótico de modo autónomo que no se interrumpe con la separación de los integrantes de la díada.

Problemática médico-forense

Se pone en evidencia cuando se intenta discriminar la capacidad para delinquir del inductor, tenido como auténtico enfermo, y del inducido como pseudo-enfermo. Según Cabello, ambos deberían ser considerados enfermos mentales, y por lo tanto entran en el art. 34 del CP, por la alteración morbosa de las facultades.

Tratamiento

La primera recomendación terapéutica es la separación de la pareja receptora del foco suministrador de las ideas delirantes. Por lo general esto es suficiente para que el sujeto pasivo de la pareja pierda las ideas patológicas y recobre su vivencia de la realidad, luego de una separación de semanas o meses de su compañero psicótico. À?ste a su vez debe ser tratado como un paciente cualquiera.

A veces los resultados terapéuticos dependen en gran medida de la respuesta del paranoico primario, en el caso de que la separación no pueda efectivizarse en forma total y se siga manteniendo de alguna manera la influencia de uno sobre el otro. El sujeto pasivo puede requerir tratamiento físico para acelerar su recuperación. Lo que sí, es indispensable que reciba tratamiento psicoterapéutico, con la finalidad de aceptar que el otro está mentalmente enfermo y que hay otras formas de permanecer juntos sin necesidad de compartir la locura, o llegado el caso elaborar la pérdida de la otra persona y por consiguiente de la relación.

El interés en estas situaciones es doble: por un lado saber si después de un tiempo, a partir de la separación, existe una influencia benéfica sobre la persona cuyo delirio no es un delirio inducido, y por otra parte cuando se trata de padres e hijos la situación es complicada y a menudo las decisiones abruptas no son de un valor terapéutico muy auténtico.

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Déjà vu

Esa extraña sensación de haber vivido antes una determinada situación es llamada por los franceses déjà vu, que quiere decir «ya vistoâ». Este nombre se debe a un científico francés de finales del año 800, Emile Boirac. Pero esta manera de denominarla es considerada poco apropiada por muchos estudiosos, que consideran que sería más apropiada llamarla déjà vecu, es decir «ya vivido».

Los expertos llevan muchos años estudiando cuál puede ser la razón que explique el déjà vu; de hecho, San Agustín ya investigó el tema. Se debe a un error de nuestro cerebro difícil de explicar. El déjà vu es una sensación que casi todo el mundo ha sentido alguna vez. En todas sus manifestaciones se caracteriza por unos rasgos en común.

Por un instante

En la mayor parte de las ocasiones se trata de una experiencia que dura tan sólo unos segundos, pero que el individuo que la vive puede sentir como más larga debido a la sensación de intranquilidad que le invade. Este nerviosismo suele desaparecer en el momento en que finaliza el fenómeno, como mucho unos minutos después.

Los hechos son reconocidos inmediatamente. Sin embargo, le resulta imposible ubicar en el pasado una situación igual, y cuanto más se esfuerza en reconocerlo, más se desvanece. Además, no se trata de recordar una cara, un sitio o un olor, sino una experiencia entera.

Sensación inquietante

A pesar de que es algo conocido o familiar, no resulta tranquilizante, sino todo lo contrario. Hay que tener en cuenta que se rompe el orden cronológico que estamos acostumbrados a seguir. De repente el presente se transforma en pasado.

En muchas ocasiones el hecho de reconocer los acontecimientos presentes como ya vividos, hace que se considere capaz de saber qué va a ocurrir después. Pero no es así, porque se trata de un hecho aislado que sólo dura unos segundos.

La explicación de los científicos

Tras muchos años intentando buscar una razón que explique el déjà vu, los expertos que estudian el funcionamiento de la mente no han llegado a una conclusión definitiva y unánime.

  • Los psicoanalistas opinan que es fruto de los sueños diurnos, de las fantasías inconscientes de la persona. No es un hecho que suceda por azar, sino que suele estar relacionado con algo de gran importancia para el sujeto.
  • Los psicólogos y los neurólogos lo consideran una alteración de la memoria.
  • Otra opinión menos extendida dice que es una alteración de la percepción.
  • También está considerado como un fallo en la interpretación de los hechos en el tiempo. Una incapacidad de establecer primero una secuencia y luego otra.
  • Algunos estudios establecen que en la mayoría de los casos se da en personas con una capacidad de atención baja; personas cansadas y con estrés.

Otras explicaciones

Al margen de los estudios científicos, el carácter desconcertante del déjà vu ha dado lugar a una serie de teorías relacionadas con la metafísica, la reencarnación y los poderes ocultos.

  • Dentro de este campo la explicación más extendida está relacionada con la reencarnación del alma. En una segunda vida el individuo no es capaz de recordar su vida anterior, pero si puede tener breves recuerdos, como ocurre en el déjà vu.
  • También se considera como una prueba de tener poderes especiales. Muchas veces la sensación de revivir el pasado desemboca en la creencia de que se puede predecir lo que va a suceder. Ha sido relacionado también con la telepatía y como prueba de poderes ocultos.

Cuando el déjà vu es un problema

El 80% de las personas ha tenido alguna vez la sensación de estar viviendo una experiencia vivida anteriormente. Se suele tratar de algo inquietante pero inofensivo. Generalmente uno se pregunta durante unos minutos el porqué de esa situación, pero enseguida lo olvida. No se trata de recordar una cara, un sitio o un olor sino el conjunto de una serie de elementos que conforman una situación.

Según los estudios médicos presenta dos formas; una patológica y otra que no lo es. La mayoría de las personas padece un déjà vu inofensivo.

Cuando el déjà vu se prolonga durante todo un día se trata claramente de un trastorno. Ya que quiere decir que todo este tiempo el sujeto estará viviendo una experiencia que él considera ya vivida, con todo el caos mental que conlleva. Esta persona estará sumida en una profunda angustia porque está viviendo un desdoblamiento temporal.

En otras ocasiones el déjà vu se puede dar en personas sanas con unos claros síntomas de cansancio, sueño o estrés. Es habitual después de una intoxicación, un problema serio o un trauma.

Tampoco es extraño que esta experiencia se viva sin presentar ninguno de los síntomas mencionados. Por tanto si usted vive este tipo de situaciones no tiene ninguna razón para preocuparse, siempre y cuando no sea demasiado largo.

Feliz no-cumpleaños

Muchos de nosotros hemos visto la película de Disney "Alicia en el País de las Maravillas", o si no, hemos leído el libro de Lewis Carroll. Siempre me he preguntado por qué el Sombrerero Loco estaba tan majareta y la solución está aquí:

En la época en la que Lewis Carroll escribió el libro, los fabricantes de sombreros usaban el mercurio para tratar el fieltro y la piel de éstos. Muchos presentaban trastornos del comportamiento, actuaban de forma extraña y se los consideraba locos, y es que nadie se había dado cuenta que la exposición prolongada al mercurio provoca estos y más efectos en el cuerpo humano. El mercurio tiene mucha facilidad para atravesar la membrana celular, y casualmente se acumula sobretodo en el cerebro, ya que atraviesa la membrana hematoencefálica sin problemas. Una vez en el encéfalo, afecta al metabolismo celular y a las conexiones sinápticas, de ahí las disfunciones de la conducta. También de ahí viene la expresión "estar loco como un sombrero" o el famoso personaje de Alicia.


El Sombrerero Loco, la Liebre de Marzo y el Lirón…

Está dentro de mí

Ayer me pusieron la vacuna de la gripe en la Facultad, como voy a estar tratando a niños y a ancianos pues no es cuestión de estar contagiando. Nunca me había puesto esta vacuna, hasta ahora no me importaba ponerme malo de gripe, y no conozco los efectos secundarios que pueden aparecer salvo uno que lo sufro en estos instantes. La vacuna fue puesta en el deltoides derecho, y la verdad es que me molesta bastante cuando intento elevar el hombro o cuando me apoyo en él. Es mosqueante… Tengo la gripe en el hombro.