Emoción

EmotionEl miedo es una respuesta emocional a algo que se percibe como un riesgo, y es un mecanismo básico de supervivencia que ocurre en respuesta a un estímulo específico, como el dolor o un peligro. Soy de la opinión que el miedo es algo innato en todos nosotros y, de hecho, muchos seres vivos lo experimentan y está relacionado con los comportamientos específicos de escape y evitación. Hay quien lo confunde con la ansiedad, que es un estado emocional derivado del miedo, que normalmente ocurre en ausencia de un riesgo externo al individuo o es producto de la percepción de un riesgo como incontrolable o inevitable.

Tener miedo es normal, es natural, y no pasa a convertirse en un problema hasta que el individuo es incapaz de controlar y adaptar su respuesta al mismo, en otras palabras, cuando sufre un secuestro emocional.

Así que, basándonos en esto, cualquier emoción, desde las más básicas como el miedo, la alegría, la tristeza o la ira, a las más complejas como la curiosidad, ansiedad o la esperanza, guarda una dualidad innata que la convierte en negativa siempre que logre librarse de las riendas y pase a tomar el control de nosotros.

Pensamiento del día

minute

Da igual la hora, da igual el tiempo que pase, para mí siempre faltará un minuto para conocer tu respuesta. Cuando la sepas, dímela para acabar con esta espera y poder rozar tus labios con los míos.

Jamás he usado la excusa etílica porque me haya hecho falta jamás. Si alguna vez la he utilizado ha sido por facilitar las cosas a la otra persona, porque parece ser que simular un estado transitorio de desfrontalización ayuda a comprender ciertos actos y palabras.

Las personas mentirosas son humanos superiores al resto, con cualidades como la memoria, la creatividad y la interpretación desarrolladas por encima de la media. Deben recordar la verdad y sus mentiras, establecer relaciones entre ellas y actuar ante el mundo. Aquellos que mienten bien deben tener buena memoria, para estar de acuerdo en todos los puntos con ellos mismos, a fin de ser espiados.

«mendacem memorem esse oportere» – Quintiliano, Institutio Oratoria, liber IV, capitulum II.