Hoy creo en Dios

diosPensaba hablar sobre la noche, la luna y las estrellas. Pensaba hablar sobre lo más elevado y lo más terrenal. Pensaba hablar sobre certezas e incertidumbres. Al final no ha hecho falta hablar a oscuras con el viento.

Hoy la tierra y los cielos me sonríen,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...,
¡hoy creo en Dios!

Gustavo Adolfo Bécquer

A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Pensamiento del día

lastre

Le estoy cogiendo el gustillo a esto de soltar lastre, me quedo con una sensación sublime, casi como más ligero.

Paso de entrar en jueguecitos de descalificaciones porque creo que saldrías perdiendo y sería demasiado fácil.

No sé si te has dado cuenta de lo que has hecho. El cariño y el respeto son para mí dos pilares básicos, y un atentado contra cualquiera de estos estamentos pone en jaque cualquier relación interpersonal que esté manteniendo. El resto es causalidad.

La tendencia

revelationAyer tuve una revelación, y es que es tan obvia que nunca me había dado cuenta que siempre ha estado ahi:

La Sociedad tiende hacia la gilipollez, a pasos agigantados.

En estadística, la moda es el valor que cuenta con una mayor distribución de datos, así que estadísticamente la tendencia normal es la gilipollez, porque conozco gente que tiene la mala suerte de toparse con personas de esta moda, así como yo también me encuentro a menudo con gente así. El problema de esta moda en concreto es que por definición siempre será mayoría.

Esto viene a cuento de las relaciones interpersonales, y es que no entiendo por qué la gente se empeña en hacer las cosas más difíciles de lo que son, ese ansia consciente o inconsciente por joder la situación sistemáticamente. Hay dos expresiones que me tocan la moral de forma exagerada:

  • Hacerse de rogar. Bueno, cuando alguien se hace de rogar me toca la moral. No entiendo cómo aún queriendo algo, la gente se priva de ello sólo por joder a la otra persona. Eso es un acto de gilipollez doble, porque para la persona que se hace de rogar supone el no tener lo que quiere y además joder a la otra persona que lo quiere. Y para quien lo sufre supone considerar a la otra persona como gilipollas y considerarse a sí mismo como gilipollas por andar aguantando esas cosas.
  • Hacerse ilusiones. Cuando alguien le pide a otra persona que no se haga ilusiones me toca la moral. Las ilusiones están relacionadas con lo que esperamos y el ansia de conseguirlo, así que realmente se está pidiendo que no se espere nada de esa persona. Si alguien te pide que no esperes nada pero luego pretende mantener una relación interpersonal está cometiendo una incongruencia y una gilipollez. Y digo yo, ¿no estás perdiendo el tiempo con esa persona y, por extensión, haciendo una gilipollez?

Una relación interpersonal con alguien anclado en la moda de la gilipollez es una gilipollez en sí misma, así que al final todos somos gilipollas en algún momento. Está en nosotros el tomar las decisiones oportunas para salir de esa moda, pero lo primero es reconocerlo.

P.D.- Como se me hacía pesado hacerlo palabra por palabra pongo ahora la equivalencia canaria:

  • Gilipollez ↔ Pollabobada
  • Gilipollas ↔ Pollaboba

Egos parásitos

Hace tiempo que estoy cansado de alimentar egos en vano. Existen relaciones que denomino como «relaciones resorte«, porque requieren de la acción de una de las partes para que puedan funcionar. Ojo, no he dicho que funcionen bien ni que funcionen mal, simplemente que el mecanismo entre en funcionamiento. Este tipo de relaciones interpersonales envuelve a dos individuos, uno con «ego parásito» y otro con «ego huésped«, en la que el segundo alimenta al primero.

parasite

Resulta muy egoísta el recibir y no dar nada a cambio, esperar y no proponer, la auto-denominada «pasividad reactiva» en la que sólo existe respuesta ante un estímulo lo suficientemente intenso como para llamar la atención. No es justo, pero como la parte que se beneficia de esta situación no la va a modificar, es responsabilidad de la parte desfavorecida el tomar una decisión al respecto. No más prostitución aural, hay que reivindicar el valor propio.

La justicia poética se aplica en este caso adoptando e imitando la actitud parásita para con la otra persona, siempre evitando caer en el error de convertirse en un nuevo parásito.

Me cansé

cansancionCansado de perder el tiempo como relojero loco. Cansado de bailar al son de una titiritera caprichosa. Cansado de ser veleta mecida por el soplo de labios inertes. Cansado de esperar la espera de la esperanza basada en la espera. Cansado de recibir como premio desilusiones por esperar encontrar donde no hay. Cansado de mantener con seguridad mi posición ante una persona insegura de sí misma. Cansado de tener esa sensación de «estoy haciendo el gilipollas».

Pero eso ya pasó porque es todo pretérito perfecto simple, porque lo estuve pero ya no. En mi presente estoy soltando lastre cual globo aerostático con ansias de alcanzar la estratosfera. Así me siento yo después de poner soluciones a problemas por demasiado tiempo postergados. Y es que no hay nada como abandonar las turbulencias del cielo de la incertidumbre para, al fin, poder navegar en mi globo, dejándome llevar por las suaves corrientes y subiendo, siempre subiendo.

Esa sensación

sensation

-Tío, ¿sabes esa sensación de «estoy haciendo el gilipollas»?
-Sí.
-Pues la tengo ahora mismo.
-¿Y a qué esperas para dejar de hacerlo?
-Sinceramente, no lo sé…

Es la verdad, no lo tengo nada claro. No sé ni por qué tengo esa sensación ni por qué no hago nada por evitarla. Me resulta extraño, porque no me suele suceder a menudo esta falta de seguridad.