La figura

—No puedes ni imaginar la cantidad de recuerdos que evoca en mí esta figurita. Es por eso que te doy las gracias por el regalo, pero no te puedo negar que tengo miedo de que me vuelvan a secuestrar como ya ocurrió tiempo atrás. No te sientas culpable, no quiero que te sientas mal, pero creí que era justo que lo supieras.

—Yo… Lo siento, de verdad. Lo vi, me encantó y pensé que era perfecto para ti…

—No seas boba, si tienes que sentir algo que no sea el haberme regalado la figura. Me gustó mucho y te lo agradezco, de verdad.

Recuerdos del ascensor

ascensorPulsé el botón y se abrieron las puertas, como si me hubiese estado esperando toda la tarde a que llegara. Entré y entonces me asaltó aquel olor, aquel perfume que me rodeó tiempo atrás. Cerré los ojos y de nuevo estaba en su habitación con ella, saboreando sus labios mientras nuestras manos reconocían cada rincón de nuestros cuerpos.

De pronto una sacudida me devolvió a la realidad, se abrieron las puertas de aquel espacio de sueños, salí al rellano de la escalera y pulsé el timbre. Los últimos retazos de perfume me hicieron imaginar por un instante que quien me abriría la puerta sería ella, pero en el fondo de mi mente la única neurona que no estaba soñando me gritaba que no iba a ser así.

Realidad o ficción

fantasy¿Recuerdas cuando lo hacíamos entre aquellas sábanas frías y luego nos quedábamos durmiendo de cansancio? ¿Recuerdas cuando lo hacíamos sobre la cama de tanto calor que pasábamos en aquel cuarto? ¿Recuerdas cuando lo hacíamos entre los vapores de la ducha? ¿Recuerdas cuando lo hacíamos en silencio para no despertar a nadie? ¿Recuerdas cuando lo hacíamos en aquella cama estrecha y luego buscaba una manta para taparnos? ¿Recuerdas cuando lo hacíamos en mi cama a la prisa?

Claro que no, cómo lo vas a recordar si todo eso lo soñé y sólo está en mi mente…

Porque también recuerdo que lo hacíamos bajo la luz de las estrellas y con el sonido de las olas rompiendo en la orilla de aquella playa. Y también recuerdo que lo hacíamos en la cama de tus padres. Y también recuerdo que lo hacíamos en el sillón del salón de tu casa. Y también recuerdo que lo hacíamos en la parte de atrás de mi coche en medio del monte. Y también recuerdo que lo hacíamos en la cama de mis padres. Y también recuerdo que lo hacíamos en el baño del instituto…

Ahora no sé si lo soñé o no. Es el problema de tener tanta imaginación, que confundes la realidad con la ficción… O no :whist: :angelnot:

Quizás

perhapsQuizás los espejismos de ilusión me hayan cegado con falsas visiones.

Quizás todo se ha dicho, pero nada se ha hecho.

Quizás aquí estoy, pero de aquí no soy.

Quizás no eres tú.

Quizás.

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Ejercicio dialéctico

guavaCómo decirte lo que supones para mí sin desnudar mi corazón y mostrarte mis sentimientos, cómo decírtelo y evitar que salgas huyendo, riéndote de mí. Resulta harto difícil dejar pasar los días sin poder ver esos ojos tuyos que parecen espejos de eternidad, esos labios carnosos tan sabrosos en mi imaginación, esa sonrisa encantadora que ilumina…

Ya no sé cómo decírtelo, no sé qué otra manera usar para proponértelo, para mendigar una visión fugaz de tu belleza. No puedo negar que me encantaría que tú me pidieras poder verme tan sólo para saber que existe esa reciprocidad, tan sólo para poder decirte que sí, tan sólo para poder volver a sorprenderme.

Sí, cada vez que te miro me sorprendo de tu belleza, porque pasa tanto tiempo entre los momentos que compartimos que no recuerdo lo preciosa que eres hasta que apareces ante mí. Eres la fruta más difícil de alcanzar del árbol del deseo, pero no por ello pienso dejar de intentarlo. Eres la fruta por la que mi boca suspira por saborear, eres la linda guayabita de mi jardín.