Por muy negro que lo veas todo siempre hay espacio para algo de color.
Las luchas dialécticas contra los ignorantes son causas perdidas.
Hay gente que piensa que por hablar más alto sus argumentos tienen más razón que los de los demás.
Dicen que las mascotas se acaban pareciendo a sus dueños pero a veces también ocurre al contrario.
El chovinismo intelectual es peligroso, no deja espacio para la razón.
Los milagros no son más que acontecimientos que son interpretados como excepcionales y de los que no se conoce la causa; todos los días ocurren y no tienen nada que ver con intervenciones divinas.
Duerme y descansa lo suficiente si quieres mantener claras tus ideas.
La verdadera fe se sustenta en creencias que no deben ser cuestionadas. Esta es una de las principales razones por las que las religiones no han evolucionado.
El no confiar ciegamente en algo o alguien no significa una falta de creencias, más bien es indicativo de un sentido crítico absolutamente necesario para el avance del pensamiento y la razón.
Las emociones siempre andan en lucha con la razón y muy pocas veces suelen llegar a un consenso.
Muchas veces pensamos, recapacitamos y decidimos no actuar por temor a las consecuencias de nuestros actos. El miedo encadena nuestra vida y hace que no podamos alejarnos más allá del horizonte.
En ocasiones pasamos tanto tiempo entre cavilaciones que, cuando al final nos decidimos, ya es demasiado tarde. El tiempo no espera por nosotros y las oportunidades rara vez se presentan dos veces.
Otras veces actuamos fervientemente sin pensar previamente en las repercusiones. El ímpetu nos da fuerzas pero no siempre nos guía en la dirección correcta.
La nostalgia por aquello que no llevamos a cabo es más dolorosa que las heridas de nuestras acciones, porque la incertidumbre deja mucho espacio a la imaginación y la esperanza mientras que las consecuencias son inamovibles.
[…] Bueno, soy una mujer y tengo derecho a ser inconsistente. […]
Todo sucede por una razón, nada es fruto de la casualidad y, aunque seamos ignorantes de ello, siempre habrá una causa para una consecuencia.
El amor es egoísta a la larga. Exige que uno se dedique a una sola persona, que ocupe completamente su mente y su corazón, excluyendo todo lo demás.