A veces simplemente no apetece.
No tener una razón para quedarte es una buena razón para marcharte.
En ocasiones no sirve de nada buscar a alguien que solucione tus problemas, tú eres tu propio héroe.
Después de mucho pensarlo y de comprobar cómo cada navegador presentaba el título de Liberitas como le daba la gana, he decidido cambiarlo después de más de seis años desde su creación. Ya no aparece ese carácter unicode que tantos quebraderos de cabeza me ha dado, «Rub el hizb» la llaman.
El problema es que pertenece a la codificación arábiga y teniendo en cuenta que en ese idioma se escribe de derecha a izquierda pues ya se pueden imaginar el lío. Eso sí, el favicon no va a cambiar.
Es muy sencillo mirar de piel para afuera; lo realmente complicado es saber ver lo que hay debajo.
Muy a menudo el amor es ciego; otras veces simplemente sufre daltonismo.
Las personas fueron creadas para ser amadas y los objetos para ser usados; el principal problema hoy en día es que los objetos son amados y las personas son usadas.
Siempre había exigido de las mujeres, a las que amara, espiritualidad e ilustración, sin darme cuenta por completo nunca de que la mujer, hasta la más espiritual y la relativamente más ilustrada, no respondía jamás al logos dentro de mí, sino que en todo momento estaba en contradicción con él; yo les llevaba a las mujeres mis problemas y mis ideas, y me hubiese parecido de todo punto imposible amar más de una hora a una muchacha que no había leído un libro, que apenas sabía lo que era leer y no hubiese podido distinguir a un Tchaikowski de un Beethoven; María no tenía ninguna ilustración, no necesitaba estos rodeos y estos mundos de compensación; sus problemas surgían todos de un modo inmediato de los sentidos. Conseguir tanta ventura sensual y amorosa como fuera humanamente posible con las dotes que le habían sido dadas, con su figura singular, sus colores, su cabello, su voz, su piel y su temperamento, hallar y producir en el amante respuesta, comprensión y contrajuego animado y embriagador a todas sus facultades, a la flexibilidad de sus líneas, al delicadísimo modelado de su cuerpo, era lo que constituía su arte y su cometido. Ya en aquel primer tímido baile con ella había yo sentido esto, había aspirado este perfume de una sensualidad genial y encantadoramente refinada y había sido fascinado por ella.
Hermann Hesse. El lobo estepario
Desde el recuerdo ha surgido una idea.
Definiciones El amor puede ser todo y a la vez nada, una simple palabra sobre el papel escrita, un difícil problema en las matemáticas, en la historia motivo de muchas batallas, una reacción a una acción para la ciencia, en el arte texturas, colores y formas... Para mí es todo eso, más, y sólo una persona.
Recuerdo cuando tu nombre rimaba con amor, eran otros tiempos y nosotros también éramos otros.