Joder, últimamente todo el mundo tiene un titulillo de quiromasajista o está haciendo un curso o tiene algún conocido que lo está haciendo. Pues señores, yo ese título lo uso para sonarme los mocos o depositar en él cualquier otro tipo de desperdicio corporal que se me ocurra. Muchas veces se ha hablado por ahí del intrusismo que tenemos en nuestra profesión, cualquier persona con un titulillo de tómbola que se pone ha tratar con técnicas propias de la Fisioterapia y con cero conocimientos sobre indicaciones y contraindicaciones, y mucho menos sobre efectos fisiológicos, biomecánica o anatomía.
Me da asco que haya gente así, que no tenga ni un vestigio de ética o moral, que se autopromocione como tal o cual cuando en realidad tiene un trozo de papel higiénico que pone que sabe de algo, aunque en realidad haya aprendido a distancia y haya copiado en el examen que envió por correo. Lo que verdaderamente me corroe las entrañas es el pedazo de hijo de puta que tiene su centro en La Laguna, no recuerdo el nombre ahora mismo, y que justo enfrente tiene un garaje que hace las funciones de sede central de AcuCanarias. Mil veces y una más defeco sobre tu estampa, ojalá te quemen el puto chiringuito, pedazo de cabrón que te haces llamar fisioterapeuta y te dedicas a «formar» a gente, intrusistas todos, que nos quitan el trabajo a los demás.