Thought for the day

insane

Call me insane again, and i’ll eat your other eye!

If you say «pls» because it’s shorter than «please«, I’ll say «no» because it’s shorter than «yes«.

Say «what» again! Say – «what» – again! I dare you! I double-dare you motherfucker! Say «what» one more goddamn time! (Jules Winnfield, from Pulp Fiction)

Tópicos a desterrar. Yo conduzco

conductor¿Por qué se ve tan extraño una mujer conduciendo y un hombre de acompañante? Es una bobería en realidad, porque lo mismo da que quien conduzca sea de sexo masculino o femenino, pero se sigue viendo medio raro. Yo, por poner un ejemplo, prefiero conducir en la mayoría de los casos, pero también ha habido muchas ocasiones en las que no me apetecía ir al volante e [I] me llevaba en su coche. Era un Seat Arosa de color pistacho, pero ni siquiera eso me hacía sentir extraño, más bien iba bastante nervioso por las dotes de piloto amateur de rally de la conductora anteriormente citada, nada más.

Con [R] tampoco me he sentido fuera de lugar en ninguna de las muchas veces que ella me ha llevado en su coche. Sólo recuerdo una ocasión en la que me haya sentido extremadamente contento de ser el acompañante: cuando [I], mi compañera de trabajo, me llevó en su Peugeot 206 cc. La sensación que tenía era de ser la envidia de todos los que se ponían a mirarnos, pero es que no todos los días se puede estar en compañía de una rubia de un metro ochenta y tan guapa, todo sea dicho de paso.

La moraleja de este cuento es que no hay que provocar discusiones tontas con una chica sólo porque ella quiera llevar el coche. También para las chicas que son unas aprovechadas, que por alguna vez que tengan que conducir no les va a pasar nada. Lo mejor es que nadie haga de chófer de nadie, al menos gratuitamente.

Pensamiento del día

error

Si errar es de humanos y perdonar es divino, aprender de los errores se sale de la escala.

Los momentos sentimentalmente más desfavorables coinciden con los de mayor inspiración a la hora de escribir. Con esa premisa casi que prefiero la sequía de ideas que un torrente desbordado porque, ¿a quién le apetece estar mal, aunque sea con un fin?

La Naturaleza, en un arranque de originalidad, le añadió placer al acto de procrear. ¿La razón? No fue para fomentar la perpetuidad de la especie, más bien para brindarnos la oportunidad de hacer el ejercicio físico más beneficioso y gratificante que se haya inventado jamás.

La solución

forget La solución no es olvidar. ¿De qué sirve obligarte a olvidar a alguien que no puedes olvidar? ¿Realmente es correcto olvidar? ¿No nos estaríamos engañando a nosotros mismos? Por mi condición de perfeccionista enfermizo siempre intento hacer lo mejor posible, mejorar cada día un poco más, y por eso creo que lo he hecho en la medida de mis posibilidades de la manera más adecuada. ¿De qué me sirve huir de mis sentimientos, meterlos en una caja, encerrarlos en una habitación oscura? De nada, porque siempre seguirán ahí, sepultados bajo capas de pensamientos, evadiéndome de ellos.

silenceLa solución tampoco es el silencio. Hablando se entiende la gente, o eso dicen, siempre y cuando los interlocutores sean medianamente civilizados y, sobre todo, humanos. ¿Somos capaces de dejar a un lado el resentimiento, el rencor, el orgullo? Considero que sí puedo, pero muchas personas no, desfavorablemente para ellas y los demás. ¿Quién tiene la culpa? No lo sé, la verdad, pero parece ser que resulta molesto hablar de pensamientos y sentimientos, cuando no puede haber nada más sano que una comunicación fluida y transparente entre las personas. La verdad duele, pero por otra parte no deja espacio para la incertidumbre, lo cual es ideal de cara a evitar pensamientos equivocados. Sabiendo la verdad puedes adaptarte a ella, siempre y cuando no suponga un miedo.

fearTodos tenemos miedos, y sólo hay dos conductas posibles ante nuestros temores: huir o enfrentarnos. Cuando nos empeñamos en hacer desaparecer algo, en actuar como si no existiera, eso es huir. Cuando miras de frente a tus miedos, los entiendes y aprendes a vivir con ellos de manera que los transformas en algo normal, eso es enfrentarse y salir victoriosos. Sí, la vida es una lucha continua, una guerra en la que ya se conoce el final, llena de pequeñas batallas cuyos resultados son los que le dan sentido a nuestra existencia. Siempre lucharemos contra todo y todos, pero las peores batallas serán las que tendremos contra nosotros mismos, y serán las más importantes.

Ahora mismo hablo desde la posición de alguien que ha ganado, y también perdido, muchas y difíciles batallas contra sí mismo por causa de otras personas, y miro a esas personas que han encontrado soluciones que a mis ojos parecen fáciles. Lo que ocurre es que a menudo las soluciones más fáciles no son las más correctas. Incluso, muchas de esas soluciones no son tales, más bien son inconclusas, parches para un problema que se sigue manteniendo en el tiempo. El orgullo, maldito orgullo, causa de perpetuación de situaciones incómodas, pero eso ya está en los dominios de cada uno, ahí no puedo hacer nada. Incluso, si intentase hacer algo estaría reforzando ese orgullo y, por extensión, la situación.

Es por eso que me sigo manteniendo en mi lugar sin esconderme, a la vista de todos, con un cartel luminoso que dice “Bienvenidos”, esperando pacientemente a que alguna de esas personas toque a la puerta y se enfrenten al miedo que les supongo. En fin, lo único que queda son esperanzas, como Pigmalión, y probabilidad.

Pensamiento del día

world

We are extraordinary people in an ordinary world.

Al menos mis amigos son reales. ¿Puedes decir lo mismo de los tuyos?

El mayor problema de andar buscando son las desilusiones cuando no encuentras lo que esperas. Por eso a veces es mejor abandonar toda expectativa y dejar que las cosas lleguen por sí solas.

Pensamiento del día

fractal

Los más valientes en la teoría son los más cobardes en la práctica.

El mayor problema de las malas conductas es que a menudo son adoptadas por el resto de las personas como correctas.

Prefiero permitirte que sigas pensando con tu egocentrismo que las cosas que escribo son para ti cuando en realidad no lo son. Lo más divertido de todo esto son las perlitas que me regalas a cambio, ¡impagables! Anda, léete esto e intenta aprender algo.