Nunca vi amanecer hasta que pasé despierto una noche a tu lado Nunca vi la luz del sol hasta que apagaste las luces de la habitación Nunca vi mi hogar hasta que estuve demasiado tiempo lejos Nunca sentí un latido hasta que escuché tu corazón Nunca vi el mar hasta que me mudé tierra adentro Nunca vi la luz de la luna hasta que brilló sobre tu piel Nunca vi tus lágrimas hasta que rodaron sobre mi mejilla Nunca olí tu pelo hasta que el perfume de tu cuerpo se fue Nunca medí las distancias hasta que nos separó un cristal Nunca vi las fronteras del mapa hasta que viajé en aquel tren Nunca dije "te quiero" hasta que no pude susurrar a tu pecho Nunca supe que me fui de tu lado hasta que te necesité
Océanos de noches
Sus ojos son dos noches sin luna ni estrellas y yo, como un marinero con rumbo incierto, en ellos naufragué. Y para mantenerme a flote me aferré a sus caderas, con uñas y dientes, hasta que quedé varado en la playa de aquellas sábanas. Y bebí de sus pechos, mordí sus labios y paseé por el húmedo jardín de su isla para poder sobrevivir.
Desde el primer momento fue la excusa para luchar cada instante como si fuera el último, dibujando una sucesión de nuevos recuerdos ya vividos. Comprobando que aún soy diestro con mi mano zurda, a pesar de la anquilosante facilidad de la costumbre, y tejí con su pelo una urdimbre de besos y un encaje de palabras, para vestir mi piel con su piel y despeinar sus sueños con mis sueños.
No es fácil cuando cada día tienes que luchar contra la naturaleza y el tiempo. Entonces rezas y pides ayuda a una deidad, pero a menudo recibes respuestas calladas y silencios elocuentes. Con el paso de los años te das cuenta que cada día estamos más cerca del final de la aventura, y ahora me gustaría poder darme un consejo: «no te permitas el lujo de sufrir».
Porque en materia de sentimientos, sufrir es una elección que sale demasiado cara.
Pensamiento del día
No le hagas caso a la pirámide alimenticia, lleva una dieta equilibrada y haz ejercicio.
Ir a la cama sin sueño puede resultar peligroso porque tienes demasiado tiempo para dejar divagar a tu mente.
Al igual que el brillo de la Luna depende de la luz que recibe del Sol, muchas personas brillan simplemente por el efecto albedo que poseen.
Fotografiando la noche
Siempre me ha gustado la fotografía nocturna, no lo voy a negar, pero hasta hace poco no me había propuesto hacer una excursión por algunos miradores que conozco para hacer una pequeña sesión fotográfica. Llevaba días pensando en el tema y anoche por fin me decidí a salir, cámara y trípode en mano cual explorador, a cazar instantáneas. Tengo que comentar que mi experiencia en el tema tiende a cero así que, como era de esperar, después de muchos intentos infructuosos logré tomar alguna que otra foto medianamente aprovechable.
Aquí van un par de consejos cortesía de la casa después de mucho ensayo y error:
- Imprescindible usar un trípode, no hay excusas posibles. Da igual que tengas pulso de neurocirujano, nadie tiene tanto control de sí mismo como para aguantar más de medio segundo sin moverse, aunque sea lo más mínimo. Es probable que en alguna ocasión encuentres algún lugar firme donde poder colocar tu cámara si no lo llevas encima pero no suele ser lo normal. Barandillas, piedras y otras superficies no son lo más aconsejable para la integridad física de tu material. Si tienes una cámara compacta ultraligera te pueden servir esos trípodes de juguete que se pueden doblar de cualquier forma, pero si tienes una DSLR tienes que optar por algo más profesional y consistente. La calidad se paga, así que hazte una idea que esos tres palos amarrados con una cuerda no te van a servir de mucho.
- Configura tu cámara en una sensibilidad ISO por debajo de 200. Las fotografías nocturnas requieren de largos períodos de exposición y hay quien pueda pensar «pues aumento la sensibilidad de la película y me ahorro tiempo» pero es un error grave porque de esta manera conseguirás un granulado del tamaño de lentejas.
- Bloquea tu diafragma a f/8, hazme caso. Hay quien pueda pensar «abro el diafragma al máximo y así consigo más iluminación en menos tiempo» pero así conseguirás que los puntos de luz aparezcan tan grandes como bolas de fuego, lo cual es especialmente molesto cuando en la imagen aparece una fuente luminosa potente como puede ser la Luna.
- Distintas velocidades del obturador, distintos resultados. Si te apetece y tienes ganas de investigar prueba a trastear con la velocidad del obturador pero ten en cuenta que por debajo de cuatro segundos no vas a conseguir sino negrura. Ojalá las cámaras funcionasen igual que nuestros ojos, pero no es así, así que aunque vayas a fotografiar un edificio tan iluminado que te duelan los ojos con tan sólo mirarlo tu cámara es lo más parecido a un topo, así que no te asustes.
- Usa un disparador remoto o con temporizador. No, no es un capricho, es para evitar la vibración en la cámara cuando pulsamos el botón y puede ser la diferencia entre una foto bien enfocada o un asco de luces y formas. Recuerda la larga exposición, cualquier pequeño movimiento se va a notar sí o sí, así que ni rozar la cámara o el trípode mientras está el obturador abierto.
- Por último, y no menos importante, dispara en RAW siempre, sea de día o de noche. ¡Aprovecha la verdadera capacidad de tu cámara!
Por cierto, si vas a fotografiar algún paisaje intenta que sea un día con el ambiente especialmente libre de polución como después de haber llovido, que suele ser el mejor momento. La mierda en suspensión brilla con inusitada facilidad cuando las luces de la ciudad la iluminan, y mucho más si tenemos en cuenta el tiempo de exposición de la fotografía.
Ahora me toca buscar en Google más trucos para intentar seguir mejorando. Creo que debería empezar por dejar de coger prestado el trípode de mi padre y comprar uno en condiciones para mí. Ah, y un disparador de infrarrojos tampoco estaría nada mal, o ese objetivo Tamron que me tiene enamorado, o…