Húmedos momentos

Me encanta cuando estamos solos en la ducha, solos tú y yo, recorriendo mi cuerpo con el tuyo. La blanca espuma cubriéndote mientras el agua cae sobre nosotros…

Me encanta mi nueva esponja.

Ambigramas

Para tod@s aquell@s que hayan leído “El código Da Vinci” y “?ngeles y demonios” sabrán lo que es un ambigrama. En esta página podrás crearte cualquier ambigrama que quieras, con la palabra que quieras y guardar la imagen que resulte.


Morlock

Homo homini lupus

Lo vemos cada día, por la televisión o a nuestro alrededor. Personas muriendo a manos de otras y personas siendo salvadas por otras. Homo homini deus, homo homini lupus. El hombre es Dios para el hombre, el hombre es lobo para el hombre. Aunque no lo parezca, ambas llevan a lo mismo, ya que tanto se puede ser un Dios bondadoso y bienhechor como déspota y sanguinario. La dualidad del ser humano es esa, el deleite por la creación y la destrucción al mismo tiempo.

Envejecemos

Ultimo viaje
Todos envejecemos y morimos, siempre lo he tenido presente, pero cuando nuestros días tocan a su fin esta idea se va difuminando y el miedo a lo inevitable es tan presente que se palpa. Cuando se es joven, la sensación de vivir para siempre corre por las venas, nunca se piensa en el momento final. Cuando llegó estaba tan cegado por la fiebre que ni me di cuenta realmente de quién era. Siempre había oído hablar de ella, nunca se presenta cuando hace aparición, tal vez porque su fama le precede y cosas tan vanales no son necesarias. En su trabajo el tiempo es oro, aunque, como una ironía, siempre llega cuando se acaba el tiempo. Allí estaba, apoyada en el marco de la puerta, con una sonrisa burlona pero seria a la vez. Su báculo era una guadaña, sus ropajes más negros que la noche, era la Parca, la Muerte que venía a buscarme.

El drama de la vejez no consiste en ser viejo, sino en haber sido joven.

Oscar Wilde

Tengo copyright

Inspiración repentina:

Latiendo

Pierdo la vida porque ya no la quiero
tómala, es tuya, te pertenece sólo a ti
anciano corazón en mi cuerpo reseco
húmedo fuero interno que siento morir.

Dulce sabor traen aquellos momentos,
lejanos al recuerdo palpitan sobre mí...
La playa, el sol, la risa, los sentimientos,
imágenes ardientes que me hacen sufrir.

No sólo a mi corazón ha llegado el invierno,
heladas lágrimas mi pecho quieren hendir.
Cuchillos que derramo por esto que siento,
por tus labios afilados que no he de sentir.

Cuando el plagio se convierte en dinero…

No creo que para nadie tenga credibilidad lo que escribo a continuación, y sinceramente me da igual, pero tengo la obligación moral de quejarme por lo ocurrido.

Hace tiempo que publiqué en el blog una poesía escrita por mí en el año 2000. Fue escrita desde cero, con una inspiración que me llegó debido a situaciones que me sucedieron por aquel año. La publiqué en internet, en una página que creé por aquel entonces y ya perdida en el olvido, pero hay una diferencia respecto a la que hay publicada en este blog: aquella era una versión diferente, menos retocada, pero con muchos versos similares a la actual.

Años después, concretamente en el 2004, mirando en mis documentos me encontré con la poesía y decidí retocarla hasta que resultó en la que tengo en este blog. Es cierto que no tengo ningún copyright sobre ella, pero tampoco es cuestión de atribuírsela a alguien que no la ha escrito. Sin duda no pretendo demandar a Sabina ni intentar cobrar dinero por mis «derechos» sobre los versos, pero sí me gustaría ser reconocido como autor de la misma.

Hace poco que me he percatado de este hecho, sólo me di cuenta al ver el log de accesos al blog donde había dos entradas que hacían referencia a la poesía. Decidí buscar en Google un verso y todos los resultados apuntaban a Joaquín Sabina como autor de la misma. Casualmente, en el disco de «Sabina y Cia.», se usa (la versión antigua de la poesía) como introducción a la canción «Nos sobran los motivos». Se me ponen los pelos de punta al escuchar mi poesía recitada por Sabina, y ciertamente me gustaría que se conociese la verdad al respecto.

Sé que casi nadie entra en el blog, pero al menos estaría contento de que una persona solamente creyese mi historia, la historia de David contra Goliath sin duda, pero real para mí.