Hace mucho tiempo que no escribo tan asiduamente como antes en el blog, lo reconozco, pero esto ha sido propiciado por diversas causas.
- Trabajo. Este blog no me da de comer, mi trabajo sí. Si encima tengo tres trabajos, pues esto significa menos tiempo libre.
- Aficiones. Quien lo sepa como quien no, me gusta sacar fotos con mi cámara, me gusta tocar canciones con mi guitarra y con mi bajo eléctrico, me gusta ver películas en el cine o en mi casa, me entretengo de vez en cuando con algún videojuego y leo cuando me apetece. Escribir es otra de mis aficiones, pero tengo que encontrar tiempo para todas y cada una de las demás. Es lo que se denomina procrastinar.
- Relaciones interpersonales. Los amigos y la familia requieren de tiempo y dedicación. La pareja, cuando tienes, roba tiempo a todo lo anterior.
Pues bien, si combinamos el punto número dos con el número tres da como resultado el tiempo libre total del que dispongo, y no es que me sobre. El tiempo que dedicaba a la escritura en el blog lo he usado principalmente a escribir un libro para hombres titulado Guía para corazones rotos. Como su título expresa, es una especie de guía para todos aquellos tíos que lo están pasando mal por una ruptura amorosa y requieren algún tipo de consejo o ayuda para superarlo.
He decidido publicar un fragmento a modo de entrante para que el populacho vaya haciendo boca.