Scala & Kolacny Brothers – Creep

La historia de Scala es realmente un sueño hecho realidad. Los estudios clásicos de los hermanos Kolacny, Steven al piano y Stijn en la dirección, han convertido a este coro femenino belga en un fenómeno internacional, interpretando versiones adaptadas de canciones de grupos como Radiohead, U2, Rammstein o Nirvana, por nombrar unos cuantos, además de sus propias composiciones igualmente exitosas frente a una gran audiencia en todo el mundo.

Actualmente Scala posee en su lista de integrantes más de 200 mujeres jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 26 años pero el coro comenzó siendo muy pequeño. Su primera actuación tuvo lugar el 2 de abril de 1996 con tan sólo 18 cantantes. La intención de los hermanos era la de trabajar con «voces» en su tiempo libre y pensaron que un coro podría ser la mejor forma para su experimento.

Scala comenzó más o menos como un coro clásico. Sus muchas actuaciones, trabajo duro y perseverancia condujeron muy pronto a conseguir premios en festivales corales y concursos. En su país natal, Bélgica, Scala se convirtió en el «Coro del Año 1999-2000» y ha cosechado importantes premios alrededor del mundo. En su búsqueda de un «sonido diferente», el mayor de los hermanos, Steven, comenzó a arreglar éxitos del pop y del rock, que el hermano menor Stijn dirigía. Esto llevó a Scala al nacimiento del «coro de rock» casi sin darse cuenta de ello.

Su primer CD, «Scala On The Rocks» fue lanzado el 1 de diciembre de 2002. La idea era simple pero atrevida: trasladar canciones de rock hasta un sonido creíble usando las voces de 40 mujeres jóvenes y un piano. El éxito de su primer trabajo, las críticas favorables por parte de la prensa y la audiencia, fueron más allá de todas las expectativas . El CD consiguió el apoyo de prácticamente todas las estaciones de radio belgas, los periódicos y las revistas, e incluso de importantes nombres de la escena del rock de Bélgica. El trabajo consiguió el disco de oro en el país, convirtiéndose en el primer coro en conseguirlo.

A finales de 2003 apareció su segundo trabajo, «Dream On», llamado así por la canción de Depeche Mode, y Scala comenzó su primer tour «On The Rocks» por toda Bélgica. Los países vecinos mostraron su interés y no pasó mucho tiempo hasta que Scala apareció en las listas de las estaciones de radio por toda Europa. En París, RTL2 y M6 desplegaron la alfombra roja y Nikola Sirkis, el cantante líder del grupo Indochine hizo saber que le encantaba Scala. Esto dio como resultado una colaboración con Indochine, un dueto con Nikola, dos conciertos en Bruselas y París en el mismo día y la aparición en «Starlight», el CD de esta banda. Debido a esto, el trabajo de Scala «Respire», un álbum con canciones de rock francesas, fue publicado en 2004.

En Alemania, Radio Fritz en Berlín descubrió a Scala por aquel entonces. Gracias a la emisión de su versión del tema «Engel» de Rammstein –que el propio grupo alemán aprobó de manera entusiasta– y un concierto en vivo organizado por la emisora en la misma ciudad en agosto de 2004, Scala comenzó a recibir peticiones para conciertos por toda Alemania, además de radios y cadenas de televisión. Actuaron con la banda germana MIA y en 2005 el grupo publicó «Grenzelos», su primer trabajo en alemán

En 2005, Steven, en compañía de Koen Buyse, líder de la banda belga de rock Zornik, comenzó a escribir sus propias canciones. La colaboración dio como resultado el álbum «It All Leads To This», publicado en Bélgica en septiembre de 2006, que de nuevo se convirtió en disco de oro, seguido de su propia gira por varios países en la que se enfatizaba el sonido, la luz, el escenario y proyecciones. Finalmente el concepto Scala estaba completo: tomar clásicos del rock y éxitos del pop, modificarlos y convertirlos en una dimensión totalmente nueva, utilizando voces femeninas. Simple pero genial.

En 2008 se le solicitó a Scala realizar un proyecto en recuerdo del legendario cantante belga Pierre Rapsat, que murió en 2002. El tour «Dans les Yeux d’Aurore» fortaleció la relación de Scala con la audiencia francófona de Bélgica. El número de conciertos en Alemania también aumentó sin parar y Scala interpretó más y más canciones en alemán, incluyendo su propia versión del éxito de MIA, «Hungriges Herz», que fue usado como melodía de una famosa publicidad en la televisión alemana.

[Traducción libre de su página web oficial]

Recientemente escuché esta versión de «Creep», el clásico de Radiohead, que forma parte de la banda sonora de la película «The Social Network» que se va a estrenar en octubre de este año. Sí, es una película basada en el origen y creación de Facebook… Me reservo la mi opinión al respecto, tan sólo quería hacer notar que en el trailer aparece la versión «suave», con la letra adaptada a «so very special» mientras que en el siguiente vídeo es la versión original del tema en la que la letra dice claramente «so fucking special». Cosas de la censura y la doble moral, como siempre.

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=axrqVfuGHh0]

Felicidad y placer

Newton's Cradle

No puedo decir que el Facebook me resulte especialmente interesante porque ver fotos de la gente que conozco, leer sus comentarios y en ocasiones participar en ellos es una actividad un tanto tediosa, más parecida a merodear. Sin embargo, a menudo me paseo a menudo por las páginas de esa red social y me da por pensar en distintos temas que me llevan a divagar. La cuestión es que recientemente ha surgido cierto debate porque una de mis contactos ha lanzado la siguiente pregunta al aire:

Si hago lo que debo, seré correcta; si hago lo que quiero, seré feliz. ¿Qué hago entonces?

Se encuentra en una situación curiosa y, a decir verdad, todos nos hemos visto envueltos en alguna encrucijada parecida. Querer, poder, deber… ¿Qué hacer? Al igual que en un problema de lógica, tenemos unos datos y debemos plantear una resolución. En su caso, en primer lugar evaluaría todas las opciones disponibles e incluso buscaría alternativas que en primera instancia no hubiese tenido en cuenta. Luego, con todas las cartas sobre la mesa y en función de las circunstancias que rodeen al problema en sí mismo, elegiría la respuesta más correcta entre aquellas que sean satisfactorias para mis intereses.

Pero claro, en la teoría parece mucho más sencillo de lo que es en realidad la práctica.

¿Quién es el juez que dicta sentencia sobre la corrección o ausencia de ella en una acción? Podríamos decir que uno mismo, en su fuero interno, es su propio juez y verdugo, lo cual es cierto, y también que toda acción tiene su reacción. Ahora bien, ¿qué es lo que se juzga, la acción o la reacción? Esa consecuencia tendrá efectos sobre uno mismo y, muy probablemente, sobre más individuos, que a su vez tendrán su propio juicio acerca de nuestra acción, lo cual dará como resultado una valoración y otra reacción. Es igual que una ficha de dominó que cae y empuja a la siguiente en una sucesión o un péndulo de Newton en el que la bola de un extremo hace que la del otro extremo se mueva.

¿Qué hace que una acción sea correcta o no? Esto depende en gran medida de la educación recibida, los valores inculcados por la familia, las condiciones sociales en las que el individuo se desarrolla, en resumen, la moral y la ética de cada uno. Esas son las caras del prisma a través del cual distinguimos aquello que es correcto de lo que no lo es. Aquí tenemos el primer elemento de discordia a la hora de elegir la forma de actuar.

Imaginemos una partida de billar en la que nuestra acción es golpear con el taco a la bola blanca que, como consecuencia, se desplaza por el tapete de la mesa sin llegar a contactar con otra bola. Como jugadores debemos saber que nuestra acción no ha sido correcta pues hemos malgastado una jugada y hemos regalado dos tiros a nuestro oponente que, también considera que nuestra jugada no ha sido correcta pero, al contrario que para nosotros, para él sí es satisfactoria para sus intereses.

Ahora bien, imaginemos el caso de que un adolescente que desea salir de fiesta un jueves por la noche pero sus padres no se lo permiten porque al día siguiente debe asistir a clase. Si acata la orden de sus progenitores, que va en contra de sus intereses, estará haciendo lo correcto mientras que satisfará a la vez los deseos de sus padres.

En base a esto, podríamos afirmar que cualquier acción, correcta o no, puede tener distinta valoración en función de los intereses de quién la interprete. Así, entra en juego el placer, que no es más que la comparación de las distintas variables presentes en un elemento dado, sea material o no, con las variables que nosotros mismos consideramos como satisfactorias. Si coinciden, nos producirá placer, mientras que si no es así, nos producirá desagrado, y este es el segundo factor disonante que interfiere en nuestra toma de decisiones.

Cuando hablamos de placer debemos saber que nos referimos a la activación de zonas específicas de nuestro cerebro, una respuesta automática y fisiológica de la parte más primitiva de este órgano ante un estímulo concreto pero, ¿el placer, la satisfacción de nuestros intereses, nos hace ser felices? En la mayor parte de los casos sí ocurre de esta manera. Ahora bien, ¿es lo mismo el placer que la felicidad, o viceversa? No, porque la felicidad es un sentimiento, un proceso mental superior, una interpretación de distintas emociones, entre las cuales se encuentra el placer, y que es llevada a cabo por la corteza cerebral.

Es por todo ello que en situaciones como esta es donde la inteligencia emocional y, sobre todo, la empatía, juegan un papel decisivo a la hora de tomar una decisión y llevarla a cabo.

Volviendo al tema de la pregunta de esta conocida, ha recibido bastantes respuestas, entre ellas la mía. Creo que he sido lo suficientemente asertivo y conciso a la hora de expresar mis pensamientos pero he podido comprobar que no me encuentro dentro de la tendencia general. No tengo idea si las respuestas de las demás personas están sesgadas por la proximidad afectiva o si realmente usan esa manera de actuar en su vida diaria. Sinceramente, si se trata de esto último me preocupa porque he podido extraer algunas perlas:

  • Hay que hacer lo que a uno le apetece hacer, no se debe tener en cuenta nada más.
  • Lo que te hace feliz es lo correcto, la opinión de los demás al respecto no importa.
  • Hay que ser egoísta y pensar en uno mismo, el altruismo es una anécdota.
  • Hay que ser feliz a toda costa, el fin justifica los medios.

La proporción ha sido mi opinión contra siete individuos que hacen apología del hedonismo más radical, y aunque sé que la población de estudio no es estadísticamente significativa me da mucho que pensar acerca de las motivaciones de la gente hoy en día y en nuestra sociedad. No es nada nuevo, la verdad, porque todos nosotros buscamos el placer propio aunque hay quien usa caminos un tanto cuestionables.

Liberitas ۞ Facebook

Pues sí, he decidido crear una página de Facebook para Liberitas. Si usas esta red social y, además, quieres conocer las últimas actualizaciones de Liberitas desde tu perfil online no tienes más que pulsar en el siguiente botón para conectar con cuenta de Facebook.

También he añadido un plugin mediante el cual se pueden compartir los distintos posts de Liberitas mediante correo electrónico, Facebook, Twitter, Meneame y demás. Tan sólo está visible en la página individual de cada post para evitar saturar la página principal del blog.

Adiós Tuenti

Cuando tienes una cuenta en una red social a la que sueles acceder una vez al mes en el mejor de los casos o cuando te acuerdas de casualidad debes comenzar a plantearte qué demonios hacer con ella. En mi caso se trata de Tuenti, red social que comencé a utilizar con fines puramente de marketing y acabó siendo un almacén de gente conocida con la que apenas hablaba a través de esta página.

Algo que me preocupa ligeramente es el voyeurismo que existe en este tipo de páginas, en las que tus «amigos» revisan hasta tu última foto, quieren saber qué nuevos «amigos» has añadido recientemente, los comentarios que escribes o te escriben y demás actividades propias de la vecina chismosa que hay en toda comunidad de vecinos. Como no puedes decirles directamente que se metan en sus asuntos pues tienes que tomar medidas de protección de la privacidad.

En mi caso he decidido borrar completamente mi cuenta, así, tal cual. Y lo mejor de todo es que no tengo ningún tipo de remordimiento, qué cosas. Lo siguiente es limpiar la lista de contactos del Facebook lo cual me aventuro a decir que tampoco me va a causar demasiados remordimientos.

No pienso dejar más huellas salvo las que yo quiera dejar.

Princesas de media noche

Hablando con mi conciencia, mientras tomábamos una cerveza, me ha soltado una de sus perlas y me veo en la obligación de compartir su sabiduría.

Hoy he visto por primera vez un grupo en Feisbuc [Facebook para los angloparlantes] cuyo nombre me ha inquietado en sobremanera:

«Culpo a Disney de mis altas expectativas en cuanto a hombres»

Pero chiquilla, ¿no te das cuenta que no es culpa de Disney? La culpa la tienes tú por pensar que eres una princesa cuando en realidad no lo eres.

Qué cosas…

Pensamiento del día

No te puedes esconder de ti mismo.

Todos somos esclavos de nuestras palabras y nuestros actos.

Las redes sociales como Facebook o Tuenti pecan de simplicidad, nadie divide su realidad social en «amigos» y «no amigos».