Pensamiento del día

Puente Galcerán [III]

Sabes que no echas de menos a alguien cuando al pasar por esa calle ya no miras hacia su casa.

Algunas personas tan sólo quieren que alimentes su ego sin dar nada a cambio; eso es parasitismo.

Cuando te despides de alguien con un «no cambies nunca» en realidad esperas que continúe con los mismos fallos que ya conoces para que no te sorprenda ni te decepcione aún más.

Pensamiento del día

Life Sabers

Las golosinas son la ayuda para contrarrestar los momentos amargos de la vida.

Existen personas capaces de utilizar a las demás sólo como un medio para subirse el ego.

Un cambio sólo se convierte en permanente cuando no existe la voluntad y el interés necesarios para regresar de nuevo al estado anterior.

Pensamiento del día

No te cierres en pensar «por qué»; piensa «por qué no» y actúa en consecuencia.

Cuando el verano termina y el otoño comienza las ruedas del destino empiezan a girar; lástima que yo no crea en él.

«Hacerse de rogar» es el eufemismo que usan los estúpidos para denominar a esa falsa sensación de control con la que tratan de alimentar su ego.

Egos parásitos

Hace tiempo que estoy cansado de alimentar egos en vano. Existen relaciones que denomino como «relaciones resorte«, porque requieren de la acción de una de las partes para que puedan funcionar. Ojo, no he dicho que funcionen bien ni que funcionen mal, simplemente que el mecanismo entre en funcionamiento. Este tipo de relaciones interpersonales envuelve a dos individuos, uno con «ego parásito» y otro con «ego huésped«, en la que el segundo alimenta al primero.

parasite

Resulta muy egoísta el recibir y no dar nada a cambio, esperar y no proponer, la auto-denominada «pasividad reactiva» en la que sólo existe respuesta ante un estímulo lo suficientemente intenso como para llamar la atención. No es justo, pero como la parte que se beneficia de esta situación no la va a modificar, es responsabilidad de la parte desfavorecida el tomar una decisión al respecto. No más prostitución aural, hay que reivindicar el valor propio.

La justicia poética se aplica en este caso adoptando e imitando la actitud parásita para con la otra persona, siempre evitando caer en el error de convertirse en un nuevo parásito.