Pensamiento del día

Baloo en su casa-cama

Ese incómodo momento en el confirmas que eres tan especial como el resto de los demás.

Es mejor que te lleves bien con las personas amables; si les das algún motivo, por las malas son muy peligrosas.

Con el tiempo y la experiencia suficientes pocas cosas te sorprenden; luego te das cuenta que no eres ni tan viejo ni tan experto, simplemente hay mucha gente previsible.

Pensamiento del día

El color del otoño IV

Si sólo vives de recuerdos, ¿a qué te dedicas ahora en el presente?

Las personas convincentes son muy peligrosas, porque tienen esa facilidad para maquillar mentiras por verdades y viceversa.

Cuando estás mejor en soledad que en compañía es una situación un tanto triste, pero no está claro si lo es más para ti o para la otra persona.

Seis días

Las líneas
Seis días y unas cuantas horas más
que mis ojos no se deleitan en ti.
Tu cuerpo no acaricia ya mis manos,
y de nuevo amanece casi helado
un corazón ya cansado de latir.

Otra vez te extraña mi almohada
empapada de sueños y amor.
Y pensaba que ya había aprendido,
que a tu ausencia me había acostumbrado,
pero la realidad me devuelve el dolor.

Ya seis días sufriendo nostalgias
por aquello que no pude hacer.
Y aunque tenga el pecho de acero
a veces pareciera que muero
estando lejos de donde quiero volver.

Por eso espero tu regreso como un regalo,
mas no sé si debo o si acaso es algo malo.
Pero hasta entonces sólo me queda suspirar
cuando tantas veces no nos podemos besar.

Pensamiento del día

El color del otoño VII

A veces hacemos preguntas complicadas esperando obtener respuestas sencillas.

Hasta el diccionario de la Real Academia indica que manipular tiene connotaciones negativas; y yo que no tenía mala conciencia, ¿ahora qué hago?

No hay nada de malo en reutilizar cosas, salvo cuando se trata de sentimientos; si alguien no es capaz de generar en ti nuevas emociones entonces es que algo importante está fallando.

El síndrome isleño

DSCN0015En tierras continentales, tierra adentro, nadie te entiende, eres un bicho raro rodeado de otros tantos bichos raros. Encuentras en tu andar náufragos varados, cuyas ilusiones se quebraron en algún momento, y sin embargo no estás paseando por playa alguna.

Y miras a tu alrededor buscando la tranquilidad del horizonte, la rítmica danza de su superficie, pero no la encuentras entre tanto asfalto. Nunca has sentido tanta nostalgia de ese líquido amniótico salado que te ha visto crecer y tantas veces has mirado desde tu ventana.

Recuerdas su tacto, su fluidez, su líquida textura rodeándote no sólo por fuera sino también por dentro. Ese abrazo frío y húmedo, pero a la vez reconfortante, que te relaja mientras aguantas la respiración y te deslizas planeando, más lejos y más profundo.

Pero es eso, sólo una memoria, porque está lejos y te sientes deshidratar por su ausencia, como un ser acuático fuera de su medio natural, moviéndote pero sin flotar, como hundido entre tanto edificio y tanta gente.

Tu mirada sedienta busca sin hallar calma, como intentando encontrar algo o alguien que sacie esa parte de tu ser que necesita agua… Pero nunca serán lo mismo.

Porque los olores son distintos a su orilla, y la brisa tiene ese sabor salado y esa consistencia, como más mineral. Y su vaivén sonoro tiene otras tonalidades, como más verde por las algas, y más azul por la profundidad, y más negro por la arena, y más blanco por la espuma.

Hablas con la gente, pero no de esas cosas, porque no quieres parecer más raro aún. Porque no te entienden, porque sólo un isleño puede entender a otro, sólo un ser marino puede comprender a otro, sólo un cuerpo acuático puede fluir con otro.

Y echas de menos fluir, de noche o de día, dentro o fuera, solo o en compañía.

Pensamiento del día

DSCN0027

No confundas apetencia con adicción, que algo te guste mucho no significa que sea una necesidad.

Ese incómodo momento en el que te das cuenta que no hay nada que reprochar porque desde el principio todo estaba compartido, salvo que sólo uno de los dos lo sabía.

El problema de las personas que son normalmente simpáticas es que cuando les tocas la moral lo suficiente y dejan de serlo, el contraste en su carácter es tan grande que provocan cierto temor.