Pensamiento del día

Algún día espero viajar hasta ese lejano lugar.

Nunca puedes estar perdido si no tienes ningún sitio a donde ir.

La primera vez que ocurrió fue la más difícil porque aún guardaba amor en mi corazón. En cada una de las siguientes ocasiones fue más fácil que la anterior, hasta que llegó el momento en el que había olvidado la razón por la que seguíamos juntos. Por eso la última fue la definitiva.

Pensamiento del día

La belleza puede ser muy peligrosa.

Si sólo miras con los ojos eres muy fácil de engañar.

Las cosas verdaderamente importantes son las que perduran en el tiempo, todo lo demás es efímero.

Recompensa

Te he visto pasar junto a mi lado
pero no ha sido de manera indiferente pues,
en ese preciso instante, despertaron emociones
largo tiempo dormidas dentro de mí.

Ciertos recuerdos se revolvieron en mis entrañas
al igual que fantasmas de aquellas cosas que alguna vez sentí.
Bien sabes que fuiste mi locura y mi desesperación,
y también sabes que estuve locamente enamorado de ti,
pero eso ya forma parte del pasado, ya es historia,
como retales de memoria son momentos que una vez sufrí.

No te guardo rencor por tu ausencia porque, para llegar a sentirla,
tendrías que haber sido mía alguna vez, pero
tú y yo sabemos que eso nunca llegó a ocurrir.
Heriste este pobre corazón en aquella noche
con un puñal asesino de frío olvido,
agonizando en el suelo, desangrándose hasta morir.

Te he visto pasar junto a mi lado
y pude observar que mostrabas pena y tristeza en tu faz.
No es alegría lo que me provoca pero,
ten por seguro, compasión no voy a sentir.

Lo que tienes es la recompensa por tu trato,
las consecuencias de todos tus actos,
y tendrás que soportar tu pesada carga
como yo una vez lo tuve que hacer por ti.

Pensamiento del día

Algunas opciones simplemente están fuera de nuestro alcance, pero vale más tener un corazón roto que no tener corazón.

Me duele la cabeza de tanto pensar y recapacitar. Me duele el corazón de tanto latir y sentir. Me duelen los pies de tanto andar y saltar. Me duelen los dedos de tanto tocar y acariciar. Duele, luego existo.

¿Sabes cuando el corazón late de manera tan intensa que notas su fuerza en el pecho, golpeando furiosamente contra las paredes de su cárcel? ¿Sabes cuando te sientes tan lleno de energía que nada ni nadie podría hacerte descender al abismo? ¿Sabes cuando el árbol enraizado en tu interior que creías seco vuelve de nuevo a brotar? Si conoces esos momentos no los dejes pasar como las hojas que son arrastradas por el viento, disfrútalos siempre completamente. Cuando tu corazón se detenga en el hielo, cuando te sientas morir mientras caes de rodillas o cuando veas cómo tu savia se torna ámbar en tus venas, entonces recordarás todas esas sensaciones, que una vez estuviste vivo, y volverás a luchar para recuperarlas.

Pensamientos apócrifos

A veces logramos encontrar un lugar donde poder echar una mirada hacia nuestro interior y es entonces cuando afloran hacia la superficie multitud de ideas que quizás llevaban demasiado tiempo bajo las densas aguas del pensamiento racional.

Uno de los mayores errores del ser humano es pensar que el corazón, tratándose de un músculo involuntario, es el responsable de las emociones. ¿Por qué no un bíceps o un cuádriceps? Esta idea surge debido a que cuando recibimos algún tipo de información con una gran carga emocional se produce en nuestro pecho una punzada, a menudo dolorosa, que interpretamos como una herida en nuestro corazón. No es más que una contracción violenta cuyo origen se encuentra en otro lugar.

Las emociones y los sentimientos tan sólo se encuentran en nuestra mente y pueden llegar a ser tan poderosos como para influir directamente sobre el funcionamiento de otros órganos de nuestro cuerpo como, por ejemplo, el propio corazón. Es una idea romántica el considerar a este órgano como motor de la vida y de las emociones, pero nada más allá de los versos de amor y tristeza. Bombear sangre a todo nuestro cuerpo es un trabajo suficientemente intenso como para andar preocupándose de otros menesteres.

Se trata de una mentira, piadosa o no, pero nada más. Como en todo, hay quien sabe mentir mejor y peor. No me gustan las personas mentirosas pero confieso que en ciertos aspectos admito que hacen gala de una gran memoria ya que deben recordar todos los detalles de la verdad y, además, aquellos detalles concernientes a su mentira. Por si esto no resultase suficientemente complicado, además tienen capacidad para hacer creer en su falsa veracidad.

No importa lo grande que sea la mentira sino lo bien que logres aparentar que se trata de una verdad. Esta es la máxima en este mundo de apariencias en el que muy pocas cosas son realmente ciertas salvo las pérdidas. Es algo que nos une, independientemente de nuestras diferencias, todos perdemos algo en nuestra vida. En ocasiones ocurren más a menudo de lo que desearíamos y casi siempre son tomadas como acontecimientos negativos. La clave radica en la capacidad personal de interpretarlas como nuevas oportunidades que surgen para marcarnos nuevas metas a alcanzar.

¿Quiénes somos? Podríamos afirmar que somos ese conjunto de creencias que cada individuo ha creado sobre sí mismo, y es verdad, pero además de esa propia imagen que hemos forjado sobre nosotros mismos también somos todas esas imágenes que cada persona que conocemos ha construido sobre nosotros. Soy un hombre de fuertes convicciones y hay muy pocas personas que me importen lo suficiente como para que la imagen que han formado sobre mí me preocupe pero, afortunadamente, no todo el mundo es igual.

Creo que esas personas que aparentan son las que más preocupadas están por esa imagen externa que existe sobre ellas ya que, al fin y al cabo, su mundo se basa en reflejos sobre máscaras de porcelana, maquillaje emocional, materialismo superfluo y capacidad de mimetismo. En realidad estas personas despiertan cierta lástima ya que su autoestima depende directamente del juicio de los demás. Además, obligarse a no ser uno mismo muestra una actitud vacía y triste ante la vida y las relaciones interpersonales. Personalmente prefiero ser odiado por ser quien soy que ser querido por aquello que aparento ser.

Hace tiempo, y basándome en la experiencia, sostenía que existen personas que no están preparadas para mantener una relación de pareja pero una vez más me equivocaba en mi razonamiento. Todo el mundo está preparado para tener pareja, tan sólo es cuestión de encontrar a alguien compatible, alguien afín a tus intereses, a tu forma de pensar y actuar. La confianza en uno mismo es fundamental, creer en las propias posibilidades, esperar lo mejor y prepararse para lo peor.

No son más que pensamientos apócrifos, estos pensamientos y más se encuentran en Adiós, amor.

Pensamiento del día

Dejé mi corazón en Islandia.

Cuando cada día tienes una nueva inspiración para continuar ampliando una historia quiere decir dos cosas. La primera es que tal vez nunca termines de escribirla. La segunda es que al acostarte habrás aprendido algo más.

No todo es cuestión de estrategia, saber dónde mover las fichas en las distintas partidas de ajedrez con las que nos reta la vida. A veces debemos pararnos a pensar por qué y para qué jugamos. En ocasiones nos daremos cuenta que es preferible retirarse y perder la partida que jugarla para perder el tiempo y la vida.