Pensamiento del día

Asumir tu responsabilidad no va a solucionar el problema pero podrá parecer que es más sencillo.

A menudo no valoramos la importancia del momento hasta que ya ha pasado.

Quizás las conversaciones que en un principio parecen estúpidas son las que más información transmiten.

El problema de la igualdad

El descansoA veces mantengo conversaciones realmente inquietantes, que tienen la capacidad de hacer temblar el terreno sobre el que piso.

Tu problema es que te basas demasiado en la igualdad entre hombres y mujeres, y la realidad es que en absoluto somos iguales. Yo, como mujer, espero que la iniciativa surja de ti como hombre. De otra manera, sería como rebajarme y mi ego no lo permitiría.

Tal vez ese sea uno de tantos problemas que arrastro conmigo y que, al fin y al cabo, son los que me definen. Creo en que el interés, en el caso de existir, debe ser demostrado por las partes implicadas en una relación interpersonal sea del tipo que sea e independientemente del sexo. Esperar a que otra persona tome la iniciativa como si se tratase de algún tipo de partida de un juego por turnos me parece una actitud poco pragmática. Si realmente quieres llevar a cabo una acción lo ideal sería no estar dependiendo de terceras personas para actuar porque, de esta manera, puede ocurrir que nunca suceda.

No lo sé, ¿qué más se puede añadir al respecto? Parece ser que para ciertas personas la reciprocidad está sobrevalorada… Para mí no, y es por eso por lo que cuando no observo un interés mutuo me aburro y opto por dejar de perder el tiempo. Al menos me queda el consuelo de haber fracasado en mi empeño por no haberlo conseguido pero no por no haberlo intentado.

Pensamiento del día

La exactitud sólo ocurre en la teoría, es por eso que la práctica suele ser un tanto distinta.

Las previsiones rara vez son completamente acertadas.

En compañía y buena bebida las conversaciones tienen un tono algo distinto.

Conversaciones con Demian

–¡Oh! ¿Por qué se lo ha dicho a usted? ¡Yo pasaba entonces el peor momento de mi vida! 

–Sí. Max me dijo: Sinclair tiene ahora que superar lo más difícil. Está intentando refugiarse en la masa; hasta se ha convertido en cliente asiduo de las tabernas. Pero no lo conseguirá. Su estigma está escondido pero arde en secreto. ¿No fue así?

–¡Oh, si! Así fue exactamente. Entonces encontré a Beatrice y por fin apareció un guía. Se llamaba Pistorius. Me di cuenta de por qué mi infancia había estado tan ligada a Max, de por qué no podía liberarme de él. Querida señora, querida madre, en aquellos días creí muchas veces que tenía que quitarme la vida. ¿Es el camino tan difícil para todos?

Me pasó la mano por el pelo, suavemente como el aire.

–Siempre es difícil nacer. Usted lo sabe; el pájaro tiene que luchar por salir del cascarón. Reflexione otra vez y pregúntese: ¿fue tan difícil el camino? ¿Fue sólo difícil? ¿No fue también hermoso? ¿Hubiera usted conocido uno más hermoso y más fácil?

Negué con la cabeza.

–Fue difícil –dije como en sueños–, fue difícil hasta que apareció el sueño.

Ella asintió y me miró intensamente.

–Sí, hay que encontrar el sueño de cada uno, entonces el camino se hace fácil. Pero no hay ningún sueño eterno; a cada sueño le sustituye uno nuevo y no se debe intentar retener ninguno.

Me sobrecogí profundamente. ¿Era aquello un aviso? ¿Era ya una advertencia? Pero no me importaba; estaba dispuesto a dejarme conducir por ella y no preguntar por la meta.

–No sé –dije– lo que ha de durar mi sueño. Quisiera que fuera eterno. Bajo la imagen del pájaro me ha salido a recibir el destino, como una madre, como una amada. A él le pertenezco y a nadie más.

–Mientras su sueño sea su destino, debe serle fiel –concluyó ella gravemente.

Se apoderó de mí la tristeza y el deseo ardiente de morir en aquella hora mágica. Sentí brotar las lágrimas incontenibles y arrasadoras: ¡ cuánto tiempo hacía que no lloraba! Bruscamente me aparté de ella, me acerqué a la ventana y miré con ojos ciegos por encima de las flores. A mi espalda oí su voz, tranquila y sin embargo tan llena de ternura, como un vaso de vino colmado hasta el borde.

–Sinclair, es usted un niño. Su destino le quiere. Un día le pertenecerá por completo, como usted lo sueña, si usted le es fiel.

Hermann Hesse. Demian

Pensamiento del día

Lucha en cada batalla como si fuera la última.

I think that you’re such a P.Y.T. needing some T.L.C.

Depílate la lengua antes de hablar conmigo; me gusta mantener conversaciones claras y fluidas.