Valoración semanal

policía!Bueno, atendiendo a la parte más negativa de esta semana podría decir que me gustaría eliminarla de mi línea temporal, pero como la parte positiva supera con creces a su antónima me hallo en posición de afirmar que ha sido una de las mejores semanas del mes y del año. El lunes pasó lo que pasó, pero incluso con la tristeza general de la situación al menos conseguí llevarme la parte más positiva.

El martes fue un festival de felicidad, no sé si por la sensación de júbilo en sí o por la comparación con el día anterior. La cuestión es que en el trabajo me lo pasé genial y luego de noche de fiesta me lo pasé igual o mejor. El miércoles por la mañana el partido, con la parte negativa de las lesiones, y la felicidad de la victoria conseguida. El jueves fue quizás el día más flojo, al menos por la mañana, porque por la noche volví a salir de fiesta y de nuevo me lo pasé del diez. El viernes por la mañana tuve otro partido en el que sufrimos lo indecible hasta conseguir otra victoria. Luego fui a la chuletada en casa de [R], coincidiendo con que acababa de llegar de Valencia del curso de Maitland, así que estuvimos actualizándonos mutuamente. Por la noche otra vez de fiesta con la gente de clase, una fiesta pasada por agua por la continua llovizna que estaba cayendo en La Laguna, pero con la diversión de las compis.

El sábado merece una mención aparte, porque aunque durante el día no hice nada medianamente provechoso, a partir de las 19:00 empecé con los preparativos para la cena de empresa. A las 22:00 llegué al Club Náutico y saludé a los que ya estaban allí, vacilando y riéndonos. Canapés, picoteo y luego la cena en cuestión, que aunque no fue nada del otro mundo estaba bastante buena. Después se hizo una especie de sorteo en la que me tocó ser la mano inocente que sacudía la urna que contenía las papeletas con los números. El premio estrella fue un fin de semana para dos personas con todos los gastos pagados en Ifara, increíble pero cierto.

El Equipo F al completoLuego empezó [G] a tocar el organillo y algunos se aventuraron a saltar a bailar después de que los jefes inauguraran oficialmente el baile. El enfermero que siempre se pasa con los comentarios salidos de tono empezó a hacer un strip-tease mientras los demás tíos mirábamos con cara de pasmados el espectáculo tan vergonzoso. Al final cumplimos lo que nos propusimos [J] y yo, quedarnos hasta el final, después de que todo el mundo se fuese al Tangara a seguir la fiesta. Nos quedamos los jefes, [A], [N], [S] y el equipo F, cantando con el acompañamiento de [G]. Para terminar, sesión de chistes a cargo de [J] y [A].

Cuando ya nos fuimos del Club Náutico a las 3:00 decidimos ir [M] y yo al Tangara para quitar las ganas de bailoteo, porque el resto se tenía que recoger por una u otra causa. Pues nada, fuimos los dos fisios todos decididos a la discoteca en cuestión y lo primero que nos encontramos fue un control conjunto de la Unipol y la Policía Nacional, que no nos hicieron parar, pero se veían un par de jacosos contra la pared y esposados. No sé, daba miedo ver tanto policía junto y se notaba la tensión en el ambiente. Seguimos subiendo, pasamos el Kalima, el Mambo y cuando ya estuvimos cerca del Tangara nos econtramos con una cola de gente kilométrica. Nos pusimos en fila y menos mal que me dio por acercarme a la entrada para poder ver el cartelito de aforo completo. Después de discutir sobre qué destino tomar, el hecho de ver a la gente de Ifara saliendo del interior para irse ya cada uno a su casa nos dio la excusa perfecta para decidirnos a marcharnos a La Laguna. Yo en realidad no pensaba encontrar nada abierto, pero como la compi vive arriba pues nos cogía de camino.

Efectivamente, no había nada abierto, así que la llevé hasta su casa y después de dejarla me recogí para la mía. A las 4:00 ya estaba con mi pijamita en la cama, dispuesto para dormir todo lo posible. Me desvelé a las 13:00 cuando llegó mi madre, pero me di la vuelta para el otro lado y seguí con lo mío. Al final me desperté a las 16:00, con un hambre leonina, almorcé y desde entonces no he hecho nada medianamente aprovechable. Resumiendo, la semana empezó de puta pena y ha acabado del diez. ¡Sólo espero que la próxima acabe aún mejor!