Debajo de las capas de pintura está la verdad.
La parte buena de las cosas malas es que una vez han pasado te sirven para aprender de ellas.
Lo bueno de la verdad es que no deja espacio para nada más, es así tanto si te gusta como si no.
Muchas cosas son mejores al natural.
Las únicas despedidas que no son agradables son aquellas que provocan tristeza.
Normalmente cuando obtenemos unos resultados distintos a los que esperábamos tendemos a considerar este hecho como una derrota cuando en realidad deberíamos aprender a saber encontrar en ellos la parte positiva que los convierte en éxitos.
En realidad, lo que separa el optimismo, el pesimismo y el realismo entre sí es la forma de aplicar los conocimientos extraídos de la experiencia.
Todos tenemos oportunidades pero pocas veces somos capaces de aprovecharlas a tiempo.
Tómate la vida como una academia para aprender a ser mejor persona, de otra manera estarás perdiendo el tiempo.