Frets on Fire

poseTodos conocemos las teclas F1 hasta F12 [en algunos teclados incluso más], pero realmente les damos poco uso, al menos hablo desde mi experiencia. El tema es que desde hace una semana más o menos tenía esta entrada pendiente, pero como buen procrastinador lo he dejado aparcado hasta que tuviese suficientes ganas, suficiente aburrimiento o suficiente cansancio de usar las citadas teclas de función.

Muchos conocerán un videojuego de la PlayStation que se llama Guitar Hero, en el que armado de una mini-guitarra de plástico tienes que pulsar unas teclas como si realmente estuvieses tocando la canción que está sonando. Pues bien, como se puede ver al fulano de la imagen de la derecha, existe una versión para PC del jueguito en cuestión. Es lo más tonto que se haya inventado, pero quizás por eso engancha tanto, además de sentirte un auténtico guitarrista aunque en realidad tengas cero conocimientos sobre el tema.

El programa se llama Frets On Fire, y es sencillo de usar siempre que funcione bien, claro está. En mi caso, por ejemplo, todas las canciones que he añadido van con un desfase de -750 milisegundos y he tenido que editarlas una a una para que los punteos coincidan con el momento adecuado de ser pulsados.

En la Wikipedia tienes todo bien explicado, además de enlaces relacionados con el jueguito. Bueno me piro a seguir dándole a las teclas de Deep Purple con su Smoke on the Water.

Dreamfall

cuervoHace un rato que terminé con «Dreamfall«, la última aventura gráfica que ha caído en mis manos. Es la segunda parte de «The Longest Journey«, una de las mejores a las que he jugado. Esta segunda parte no es tan larga como la anterior, es muchísimo más fácil, apenas tiene puzzles, pero la historia es lo que engancha. Los gráficos son para mear y no echar gota, también es que tengo todas las opciones a tope, con suavizado y anti-aliasing y todo esas cosas que hacen las imágenes más bonitas.

Los diálogos normalillos, no lo voy a negar, pero el mejor personaje de todos es Cuervo, el pajarraco parlanchín de la primera entrega. Es un cachondeo, y aunque no son diálogos que inciden directamente sobre la trama, le dan un toquito cómico que se sale:

Desde el iMac

appleBueno, tengo este nuevo amigo desde hace un par de días en mi casa pero como hasta ahora no lo he usado demasiado sino para pequeñas cosas, configurarlo como me gusta y de servicio técnico de mi madre y mi hermana, pues no he podido pararme delante de esta pantallita de 20″ pulgadas panorámica a escribir. Mi primera impresión fue lo grande que es el bicho este, con esta pedazo de resolución de pantalla se ven las cosas absolutamente geniales. El Mac OS X Tiger es precioso, una calidad visual que deja a Windows a la altura del betún. Hace un momento instalé Parallels para que mi hermana pudiese jugar a Los Sims 2, viciada ella, y ya me tocará explicarle cómo hacer para echarlo a funcionar y todo eso.

Si es que los muchachos de la manzanita tienen unos asesores de diseño que ya querrían muchos. Lo único malo de escribir aquí es que los párrafos parecen más pequeños de lo que son en realidad, culpa del formato 16:10, pero bueno…

Adiós Windows Genuine Advantage

blindHace ya bastante tiempo que escribí sobre cómo evitar el dichoso WGA. Pues resulta que el Trixie ya no me funciona y me puse a buscar otro sistema para poder actualizar Windows XP hasta que dí con muBlinder y se abrieron los cielos de las actualizaciones.

Este programita te permite descargar cualquier actualización de Windows Update sin ningún tipo de problema, porque usa un navegador interno que engaña al sitema de verificación de originalidad con una versión modificada del WGA, de tal manera que tienes un Windows XP legal al 100% de cara a la descarga.

Para descargarlo hace falta registrarse en el foro, pero son 3 o 4 minutos que valen la pena, sobre todo si quieres mantener actualizado el sistema operativo. Para que funcione necesitas tener instalado el .Net Framework 2. Un must have sin duda alguna.

Lista de rencores

rencorAyer decidí entrar en mi antigua cuenta de MSN por ver quién estaba conectado y allí estaba [S]. Inexplicablemente me dio por mandarle un trocito de texto sólo por ver si conseguía una contestación más o menos coherente y sin acritud. Me sorprendió, he de confesarlo, porque después de casi cuatro años no nos habíamos vuelto a dirigir la palabra, todo porque las últimas veces fueron discusiones bastante fuertes. «Ya hablamos» fue lo último que nos dijimos, pero yo me quedo con la sensación final de haberme quitado un peso de encima y haber tachado un nombre de mi lista personal de rencores. Ya sólo quedan tres más: [R], [R] y [M].