Comprensión

understanding¿Cómo podemos pretender conocer a los demás si nosotros mismos no nos conocemos? Quizás no nos hemos parado a pensar que, simplificando, somos máquinas que se estudian a sí mismas. El hecho de ser parte de la incógnita ya nos impide alcanzar el conocimiento.

Una vez más llegan hasta mi mente aquellas palabras escritas hace tanto tiempo y digo yo, ¿por qué nos empeñamos en encasillar y juzgar? Simplemente porque es más fácil hacer causantes de nuestros problemas a los demás antes que hacer una introspección y hallar la causa en nosotros, nuestros actos. Todos recurrimos al locus de control externo porque nos resulta más sencillo echarle la culpa de nuestros problemas a las personas que nos rodean e interactúan con nosotros, al Sol porque aparece por el horizonte o a la Luna que nos mira con cara pálida.

El ejemplo más sencillo es el del niño que se tropieza con un juguete, cae al suelo, haciéndose daño, y comienza a llorar. ¿Cuál es la reacción natural de la madre? Primero mira si está bien, si se ha hecho mucho daño, y lo segundo es decir «juguete malo, juguete malo», ¿o no es cierto? Desde pequeños, con estos inocentes actos, nos comienzan a inculcar que nuestros problemas son por causa externa, cuando en realidad si el niño se hubiese fijado y hubiese esquivado el juguete no se habría caído. De nada sirve andar echándole culpa a nada o nadie, simplemente porque es más fácil actuar sobre nosotros mismos y corregirnos que andar modificando nuestro entorno y a los demás para evitar nuestros problemas. El fallo seguirá estando en nosotros, no le habremos puesto solución, y seguirá repitiéndose mientras no cambiemos al mundo o a nosotros.

understandingMarcamos como causa de nuestros problemas a los demás, los etiquetamos con calificativos y los distribuimos en grupos porque es lo más fácil. Y es que en realidad no somos nosotros mismos, somos como nos califican los demás. Las apreciaciones subjetivas que hacemos los unos sobre los otros son las que nos definen, las que dictan si somos simpáticos, interesantes o prepotentes, no simplemente porque lo seamos de forma inherente.

Lo único importante al final es conocerse a sí mismo, pero como ya he dicho, es imposible. A lo único que podemos aspirar es a comprendernos, sólo que unos lo han conseguido en mayor medida que otros. Lo triste es que, a menudo, los que menos se comprenden son los que más juzgan y ahí radica el problema.

Causalidad

azar

  1. No existe la probabilidad 0.
  2. La tercera ley de Newton [acción-reacción].

No creo en la casualidad, sólo en la causalidad.

Pensamiento del día

music

Eres como la música, podría vivir sin ti pero mi vida no tendría sentido.

Mi tiempo sólo conoce dos medidas, eternidad e instante: la eternidad que transcurre entre los instantes que compartimos juntos.

Una vez dije que los mejores momentos de inspiración coincidían con épocas sentimentalmente desfavorables, pero no es cierto. En realidad, éstos coinciden con estados de mayor intensidad emocional, sea cual sea el sentimiento, lo que cuenta es que sea efervescente.

Sobre el olvido y la indiferencia

DSCN0138Sabemos que existimos porque tenemos conciencia de nosotros mismos, pero para el resto del mundo sólo existimos si estamos presentes en sus mentes. Alguien que no te conoce, por ejemplo, no conoce de tu existencia, así que para esa persona simplemente no existes. Es por eso que el olvido es un homicidio, aunque virtual.

Cada vez que decimos que hemos olvidado a alguien estamos gritando una mentira, una falacia. En realidad nos acordamos de esa persona, y nos acordamos que la hemos olvidado, ¿no es eso una incongruencia exponencial? El olvido real implica el perder incluso la información concerniente al olvido. Es más, el olvido es un proceso automático e inconsciente, y como acto voluntario no es en absoluto viable. Nunca olvidamos nada completamente porque los circuitos de reminiscencia se mantienen, lo que se pierde son las conexiones entre estos almacenes de información. Siempre se moverá algún engranaje que nos haga recordar eso que hemos olvidado.

El olvido es una mentira, podemos decir que nos acordamos en menor medida de la información, o que simplemente tenemos dificultades para acceder a ella, pero nada más. ¿Realmente quieres olvidar? La solución más rápida es la lesión neuroanatómica, pero no la recomiendo en absoluto porque la muerte neuronal no es lo más adecuado.

DSCN0126La indiferencia se parece mucho al olvido en relación a que es necesaria la ausencia de intencionalidad, lo cual supone la negación de la condición voluntaria de la indiferencia. Es decir, para poder llegar a la indiferencia hay que ser indiferente al objeto, al objetivo y a la misma indiferencia. Hablando en términos teóricos, la indiferencia es indiferente a sí misma. Por eso, aunque ésta exista, nunca puede ser usada porque su simple uso la niega a sí misma. La indiferencia supone abandonar toda intención y por eso es una mentira, es el nombre que se le ha impuesto al hecho de volverse menos susceptible a los estímulos que recibimos.

«Aún hay fuerza y por consiguiente esperanza donde se ven arranques violentos, pero cuando se apaga todo movimiento, cuando no hay pulso, cuando el frío ha llegado al corazón ¿Qué esperar entonces, sino una próxima e inevitable disolución?» (Lamennais – Ensayo sobre la indiferencia)

Pensamiento del día

star

Desde siempre me han dicho que el Sol es la estrella que nos da calor… Pero desde hace ya un tiempo sé que me han estado mintiendo toda mi vida: tú eres quien me calienta a mí, porque eres la única estrella en mi cielo.

Hubiese ido hasta tu casa si me hubieses hecho un hueco en tu cama. Lástima que al final tenga que dormir solo…

En este mundo hay 20 ángeles, de los cuales 10 están durmiendo, 9 están jugando y 1 se dedica a escribir tonterías como esta.

Pensamiento del día

peas

Eres más difícil que comer guisantes con palillos chinos.

Sé lo que quiero conseguir pero no sé cómo hacerlo realidad.

A menudo me suele ocurrir que le gusto más a las madres que a las hijas.