Enemigos naturales por causas artificiales

enemy¿Cuántas veces discutimos con alguien y no volvemos a hablar con esa persona durante mucho tiempo? A menudo ocurre que las causas de la discusión se desvirtúan y ya no recuerdo por qué existe una enemistad, pero como el hombre es un animal con alta capacidad de adaptabilidad pues nos acostumbramos a este mutismo declarado. Otras veces simplemente existe el temor de volver a reavivar la situación y es por eso que preferimos dejarlo como está, cada uno en su trinchera particular. El rencor es el último elemento para añadir a la ecuación, gracias al cual la reconciliación será inviable por una o ambas partes. La verdad es que todo esto es un rollo…

Sinceridad brutal

sincerityLo reconozco, ese es mi problema, pero no quiero solucionarlo. A estas alturas de la película me pregunto si es un problema real, con las complicaciones derivadas de éste, o más bien es un don, una capacidad a explotar. Bien es cierto que no todos estamos preparados para conocer los sentimientos de los demás, aunque seamos tan hipócritas como para exigirles a los demás que nos cuenten cómo están o qué sienten.

La verdad nos abruma, preferimos vivir en un mar incierto de elucubraciones sobre qué piensa él o qué siente ella. Nos gusta padecer un placer masoquista generado por la duda, y también disfrutamos ocultando nuestros sentimientos a los demás, como una especie de venganza. Es una cadena de rencor, un círculo vicioso en el que no te ofrezco más que lo que tú me das, y de ahí no saldremos a no ser que uno de los dos cambie. El problema es que somos tan orgullosos que eso nunca ocurrirá.

Fresas y nata

fresaEsta tarde fui a comprar con mi hermana y mi madre y cuando pasé por la sección de frutería capté un elemento extraño en la composición, un expositor lleno de botes de nata montada azucarada. Me quedé extrañado y fue cuando miré hacia mi derecha cuando se presentó ante mí la verdad absoluta:

Las fresas sin acompañamiento son un regalo incompleto para el paladar.

Impulsivamente coloqué un bote de nata bajo mi brazo y empecé a examinar las bandejas de fresas en busca de las frutas que estuviesen en mejores condiciones de conservación y maduración. Cuando encontré el lote por excelencia, busqué con mirada febril el carro de la compra, como si aquel fuese el único lugar seguro para el preciado cargamento que portaba.

Ahora estoy disfrutando de mi tessssooroooo, intentando acordarme de cuánto tiempo ha transcurrido desde la última vez que comí fresas con nata. Da igual, están buenísimas y eso es lo que importa.

Argh…

Y pensar que yo estuve ahí… Antes de avergonzaba pero es que ahora me dan arcadas, sólo con imaginar los que han pasado por ahí antes y después que yo. No sé en qué demonios estaba pensando, es más, no sé si pensaba en aquellos momentos. Como diría Vicente Aro con esa voz de whiskero fumador, «¡Qué bonito! ¡Qué assssco!«.

Balnearios

water¿Es que no hay balnearios baratos? He estado buscando ofertas de fin de semana, uno o dos días, pero es que las tarifas de los hoteles de cuatro y cinco estrellas son carísimos, y eso que son de media pensión. No hablo solamente de los que están disponibles en Tenerife, también estuve mirando a nivel nacional y todos son por el estilo. Esta tarde escuché que los bancos te catalogan como «persona con renta alta» [eufemismo sinónimo de rico] a partir de los ciento cincuenta mil euros [150.000 €]. Justo en ese momento supe que jamás pasaría de la categoría de renta media-baja.

La relajación, la tranquilidad y el descanso son muy caros, por eso estamos tod@s tan tensos e irritables: no tenemos suficiente dinero para poder cambiar nuestra actitud.

La Universidad de hoy

universidadVaya mierda de plan tutorial, ahora la Universidad de ha convertido en una extensión del instituto en el que los profesores te marcan tarea que tienes que entregar puntualmente cada semana, para evaluarla y ver que estás estudiando y estás entendiendo lo que te explican. ¿Pero qué coño ha pasado? Atrás quedaron los días de estar tirado en el césped charlando un rato, de ir a prácticas [obligatorias] y a las clases que te gustasten, las comisiones de apuntes, las colas en la fotocopiadora para pillar los apuntes de aquella tía que no me llevo casi nada con ella pero me han dicho que tiene buena letra y copia literalmente lo que dice el profesor…

Ahora que lo pienso, por eso no me pedían a mí nunca los apuntes porque eran tan esquemáticos que a veces me resultaba difícil descifrarlos, aparte que pasaba de la información superflua y me centraba en lo importante. Creo que siempre ha habido nostálgicos de instituto en la universidad, con apuntes de colores variados, verde para el título, rojo para los guiones y negro para los ejemplos… Durante los tres años de mi carrera sólo me volvía estudiante de verdad cuando se acercaba la época de exámenes, cuando tenía que introducirme en vena todos los apuntes que había cogido durante el cuatrimestre y no me había parado a retocarlos ni nada de nada.

La Universidad ya no es lo que era, y eso que hace tan sólo un año que terminé…