Uy, creo que más de un@ se va a sorprender con mi último descubrimiento. No son las matemáticas del metabolismo ni la panacea universalis, se trata del lactucarium.
Busque lechugas silvestres, córtelas y recoja la savia [o látex] que saldrá del tallo. Ahora tiene dos opciones, mezcle esta savia con agua caliente o bien mézclela con agua, póngala a hervir hasta que desaparezca el agua y quede una masa pastosa.
Si la mezcló con agua caliente se lo puede tomar pero si hizo el otro método puede fumarse esa pasta como si de un vulgar canuto se tratase. El efecto será similar al del opio pero sin el problema de la adicción. Por cierto, esto es un producto tóxico: no se recomienda consumir en dosis mayores a una cucharada de café y tampoco realizar preparados caseros [¿entonces para qué dicen la receta?].
A cuentas de estar buscando el cactus del peyote acabé en esta página.