Este fin de semana me ha dado por ver alguna que otra película que tenía pendientes de visionar. La primera ha sido Lost in Translation interesante y minimalista, una historia sencilla a simple vista pero que esconde mucho más, porque no todo el mensaje se transmite con lo que se ve o se dice sino con lo que nosotros nos imaginamos que hay detrás. Luego volví a ver Sen to Chihiro no kamikakushi [El viaje de Chihiro] por cuarta vez, y es que no me canso de esta película que me gustó tanto la primera vez que la vi como la última que la he visto. La siguiente fue Sleuth [La Huella], con un Michael Caine jovencito junto a Laurence Olivier, una historia enrevesada que no deja de sorprender a la par que engañar al espectador, porque «Non e oro tutto che scintilla». Esta tarde me he puesto a ver Alone in the Dark una bazofia que no le hace justicia al juego en el que se basa, y ya desde el principio me había percatado de lo mala que es la película pero la curiosidad por ver cómo continuaba la historia ha conseguido que me tragase este documento fecal. Menos mal que luego me he recompuesto con Layer Cake [a.k.a. L4yer Cak3 a.k.a Crimen Organizado], parecida pero no igual al Lock, Stock and Two Smoking Barrels o Snatch [otras dos películas que me gustan].