Debajo de las capas de pintura está la verdad.
La parte buena de las cosas malas es que una vez han pasado te sirven para aprender de ellas.
Lo bueno de la verdad es que no deja espacio para nada más, es así tanto si te gusta como si no.
Las cosas cambian, los amigos van y vienen, y la vida no se detiene por nadie; aceptarlo o no depende de ti.
Todos esperamos algo de alguien hasta que deja de tener importancia.
Cuando alguien se acuerda de pequeños detalles acerca de ti sienta muy bien, no por el hecho de que los hayas olvidado sino porque a esa persona le importan lo suficiente como para recordarlos.
Saber distinguir las sombras de lo que es real no es a menudo una tarea fácil.
No puedes vivir tu vida por la de otras personas, por eso a veces tienes que hacer cosas que pueden resultar dolorosas para los demás.
Cada vez que te equivocas en algo una parte de ti lo apunta en una lista de errores; para bien o para mal a menudo llega el olvido y lo borra.
Si la vida es una obra de teatro entonces todos somos actores que interpretamos un papel.
A veces tomar decisiones equivocadas da como resultado consecuencias correctas.
La simplicidad en la vida consiste en no querer más de lo que se tiene y aceptar que lo que creemos que poseemos no son más que ilusiones.