Perder el tiempo es regalar tu compañía a alguien que no la sabe valorar adecuadamente.
Tener poder es tener la capacidad de hacer mucho daño a alguien y, en una muestra de benevolencia, finalmente decidir no hacerlo.
El drama de sentirse engañado no consiste en la mentira sino recordar las veces que se ha actuado en base a algo que se consideraba como una verdad.