Las cosas cambian, los amigos van y vienen, y la vida no se detiene por nadie; aceptarlo o no depende de ti.
Todos esperamos algo de alguien hasta que deja de tener importancia.
Cuando alguien se acuerda de pequeños detalles acerca de ti sienta muy bien, no por el hecho de que los hayas olvidado sino porque a esa persona le importan lo suficiente como para recordarlos.