El carácter es como el café, habrá a quien le guste fuerte y a quien no.
Las segundas oportunidades son tan difíciles que es preferible que tomes una decisión adecuada en la primera.
Acostúmbrate a ser juzgado por todo el mundo; lo que ocurre es que quien se preocupa por ti lo hará porque realmente desea que estés feliz.