Quizás lo más importante es recordar quién eres realmente.
Lo mejor de estar equivocado es que aún estás a tiempo de salir del error; si estás en lo cierto no hay mucho más que hacer al respecto.
Los besos, al tratarse de una actividad recíproca, pueden ser calificados como buenos o malos en función de la pericia de los participantes; sólo cuando los dos implicados lo hagan bien será un buen beso.