«Cambios de humor bruscos y repentinos» es un eufemismo tras el que se esconden los bipolares.
A veces ser verdaderamente fuerte consiste en ser capaz de perdonar a aquellos que nos han decepcionado.
¿A dónde van las gotas de agua de la clepsidra? ¿A dónde van los granos de arena del reloj? Probablemente al mismo lugar a donde se van los besos que no damos.