Dicen que las mascotas se acaban pareciendo a sus dueños pero a veces también ocurre al contrario.
El chovinismo intelectual es peligroso, no deja espacio para la razón.
Los milagros no son más que acontecimientos que son interpretados como excepcionales y de los que no se conoce la causa; todos los días ocurren y no tienen nada que ver con intervenciones divinas.