Cada uno guarda en su armario su monstruo particular.
Nadie quiere sacrificarse; es por eso que las personas no hacen nada aún cuando saben que algo está ocurriendo.
En ocasiones, cuando desde un principio saben que algo no va a funcionar, si no se preguntan por qué, si no aceptan que algo ha cambiado, no tienen que aceptar sus propios errores y su estupidez. Simplemente fingen que no pasa nada y lo primero que quieren conseguir es regresar, que las cosas sean como eran antes, sin importar lo que ocurra. Los humanos no ven lo que no quieren ver.