Nunca des nada esperando recibir algo a cambio.
En muy pocas ocasiones las primeras impresiones son acertadas; lo mejor es no conferirles demasiada importancia.
No hay mayor nostalgia que la que se siente por aquello que no nos hemos atrevido a hacer. Recuerda, más vale fracasar por no haberlo conseguido que por no haberlo intentado.