Los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.
La fuerza de voluntad es lo que te hace intentar conseguir tus metas a pesar de todos los contratiempos y obstáculos que te encuentres en el camino.
Las desgracias ajenas pueden incluso desarrollar nuestras lágrimas, pero en el fondo ayudan a soportar el infortunio que todo el mundo arrastra, y aunque la catástrofe de otros despierta nuestra compasión, también nos provoca una secreta alegría morbosa por habernos librado esta vez. – Manuel Vicent, escritor y periodista español.