Las coincidencias son totalmente impredecibles. Algunas veces estás en el lugar correcto en el momento más adecuado. Otras veces simplemente estás en el lugar equivocado en el momento menos afortunado.
Si sabes que las consecuencias serán nefastas, ¿por qué lo haces? No intentes ponerte a prueba, es una estupidez, sobre todo cuando sabes que no estás preparado para superar el desafío. Reconocer y aceptar las propias limitaciones no te hace ser más débil, al contrario, se requiere de mucha fuerza de voluntad.
En ocasiones, y por extraño sortilegio, una simple llamada de teléfono puede traer al presente algunos detalles del pasado largo tiempo olvidados. Aparecen de nuevo ciertas personas y situaciones que creías que no volverían a repetirse de nuevo. Quizás fueron las ruinas que dejé detrás, por eso hoy no le temo al fuego pero sí a las cenizas.