Una de las primeras cosas que hice al empezar a utilizar la D90 fue configurar el espacio de color en AdobeRGB porque sabía que era mucho más amplio que el sRGB. ¿Esto qué significa? Pues que capta mayor tonalidad cromática en una misma imagen, es decir, las diferencias sutiles de color que es capaz de plasmar el sensor en la imagen. Esto a efectos prácticos significa que al editar la imagen en cualquier programa de edición tipo Photoshop y demás, permite una mayor posibilidad de edición con menor pérdida de información. Hasta aquí todo es bonito y genial pero, como dicen los angloparlantes, «shit happens».
Hace ya bastante tiempo que uso el ACDSee para visualizar las imágenes en lugar de la aplicación que viene por defecto en Windows, y me había percatado que las imágenes no mostraban el mismo tono de color que en el Photoshop. Después de defecar sobre todos los responsables del maldito programa se me encendió la bombilla y me puse a buscar en las opciones. Al final di con la solución cuando me encontré con un apartado con un nombre bastante descriptivo: «Espacios de Color». Vamos, que si es un perro me arranca la mano de cuajo y yo sin enterarme.
He de decir que acepto mi parte de culpa, pero el programa es más estúpido que yo, porque creo que no le costaba nada usar el archivo ICM nativo de Windows, que corresponde con mi modelo de monitor, en lugar de obligarme a seleccionarlo en una lista desplegable. Vamos, que tenía puesto un perfil de color que no tenía nada que ver con el que debería, algo así como decir que un huevo se parece a una castaña. También obligué al programa a usar el espacio de color incrustado en los metadatos de las imágenes, como debería hacer por defecto, pero ya sabemos que las cosas de ordenadores a veces son bastante ilógicas.
Todo correcto, hasta que volví a intentar visualizar cualquiera de mis imágenes en AdobeRGB… Seguían como siempre, así que el grado de frustración iba creciendo exponencialmente hasta que me di cuenta de un detalle. En el Full Viewer se veían de manera correcta, pero el visualizador por defecto era el QuickView, que va de independiente y no hace caso a la configuración general del programa. Por eso, el siguiente paso para solucionar el dichoso problema fue deshabilitar en las opciones al dichoso independentista y forzar el uso del Full Viewer. Problema solucionado, pero quedaba otro más.
Desde que leí el libro «Fotografía Digital de Alta Calidad» de José María Mellado pues me entró la curiosidad por los espacios de color, así que ni corto ni perezoso me fui a la Romería de Tegueste del 2007, convertí las fotos a AdobeRGB, las edité con Photoshop y las subí a Flickr. Cual sería mi sorpresa cuando me veo que todas las fotos se mostraban desaturadas respecto a las originales que tenía en mi ordenador. ¿Pero qué ha pasado? Pues bien, después de investigar, me di cuenta que no era el único con el mismo problema, di con la solución al enigma pero no con la solución al problema, al menos con la que yo esperaba encontrar. A Flickr le da igual el espacio de color incrustado en los metadatos de las imágenes, las va a tratar como sRGB sí o sí.
Es decir, tengo una cuenta Flickr Pro pero por lo visto lo de Pro no quiere decir que sea para profesionales, y me refiero a los profesionales que trabajan con espacios de color distintos al sRGB. Al parecer sólo afecta a las fotos redimensionadas que, curiosamente, son las que se ven por defecto siendo la carta de presentación, y es que no conozco a nadie que vaya viendo las imágenes en tamaño original una por una. Hace cuarenta y seis meses, casi cuatro años, que un tío del staff de Flickr dijo que había planes de dejar de mutilar los espacios de color, pero hasta la fecha todo sigue igual. Total, que otros muchos como yo se ven obligados a tener dos copias de sus fotografías, una con un espacio de color ProPhoto RGB [for example] y otra con sRGB para poder subir a Flickr y quede con los colores más parecidos al original.
El último problema que me surgió fue mi completa ineptitud a la hora de usar Lightroom, pero como la cultura es libre, ahora me estoy estudiando el libro «The Adobe® Photoshop® Lightroom® 2 Book – The Complete Guide for Photographers» de un tío que se llama Martin Evening, al cual no tengo el gusto de conocer, que explica bastante bien cómo usar este programita. Luego me he bajado un par de «presets» para acelerar el proceso de edición de imágenes y la verdad es que me está gustando mucho. El problema de todo esto es que ahora me han surgido nuevos caprichos para apuntar en mi Caja de los deseos:
- Un monitor 1080p [o más].
- Un disco duro externo [eSATA a poder ser].
Tiempo al tiempo…