Ya que te me tocas los cojones, ¿por qué no me la comes de paso?
Tienes razón, soy un tío ocupado, y por eso no puedo andar desperdiciando mi poco tiempo libre en ti.
– ¿Sabes lo que te digo? ¡Eres un gilipollas de mierda!
– Bueno, yo podría decir que tú eres una chica encantadora y los dos podríamos estar equivocados.