Las cosas sencillas no significan que sean simples.
Ahogando las penas en un vaso de leche desnatada. Mozo, sírveme en la copa rota.
Una vida cómoda, aquella en la que no nos arriesgamos, ¿no? Si no arriesgas, no pierdes, es cierto. Pero también es verdad que si no arriesgas, no ganas. Lo peor es cuando no arriesgas y, por si fuera poco, pierdes.
Bueno, restan sólo unas pocas horas para que se den por finalizadas oficialmente mis vacaciones. Todavía me quedan unos días en septiembre, pero no es lo mismo que tener cuatro semanas seguidas.
Estas semanas han sido bastante productivas, con sus momentos buenos y malos, como todo, pero en líneas generales puedo decir que estoy bastante contento con este tiempo. No puedo decir que esté conforme por mi condición de inconformista por diseño, ya se sabe que todo es mejorable.
Es por todo esto y más que esta tarde ha sido especialmente depresiva. Bueno, para ser justos, a partir de las 5 de la tarde empezó el declive anímico. Por si fuera poco, se me ocurrió ponerme a ver Requiem por un sueño… Gran fallo, porque además que es una película muy poco alegre se me unió a cierto malestar estomacal que tengo desde hace unos días y que hoy alcanzó su punto álgido.
Esta noche tocará acostarse temprano para mañana empezar otra vez de nuevo, aunque mejor no vaticinar sobre esta noche porque puede sorprender todavía, todo es cuestión de probabilidad.
Eyyy…
Ríe cuando puedas.
Llora cuando lo necesites.
Es el Chojín. Striptease 2007… aha
Bien…
Ahí me tenéis en uno de esos días
en los que nadie te coge el teléfono
y las paredes se te echan encima.
Yo sé que siempre hay salida,
pero saber que todo irá mejor
no quita que me sienta hecho una porquería.
Pasan los años, los proyectos, los sueños…
¿Recuerdas cómo querías ser cuando eras pequeño?
Crecer es darse cuenta
de que la vida no es como quisieras que fuera.
Todo es mucho más complejo.
Responsabilidades, luchas, deberes…
Sonreír cuando no te apetece…
Mentir para no hacer daño a la gente que quieres.
Fingir cuando perfectamente sabes que te mienten.
¿Merece la pena hacer lo que se supone que debes
más veces de lo que realmente quieres?
¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen
si se supone que siempre me sentí diferente?
He sido un cobarde disfrazado de valiente.
Siempre pendiente del qué dirá la gente.
Escondo mis miedos para parecer fuerte.
Pero ya no más, es hora de ser consecuente porque…
Porque creo que lo he visto, amigo, y…
Quizá la clave para ser realmente libre sea:
Reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.
Ser honesto con uno mismo,
centrarse en lo importante y olvidarse del ruido.
Quizá la clave para ser realmente libre sea:
Reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.
No obcecarse con los objetivos,
tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo.
Con este tema me hago una promesa:
Y es hacer lo que sea para encontrar soluciones, no problemas.
Sé que no soy perfecto.
Bien, no me castigaré más por no serlo.
Voy a aprender a decir que no,
a aceptarme como soy, a medir el valor.
Porque a veces fui valiente por miedo.
Sé que suena extraño, pero ¿sabes qué?
Lo peor de todo es que es cierto.
Hoy busco dormir a gusto.
No suena muy ambicioso,
pero créeme, es mucho.
Llevo treinta años estudiando la vida.
¿Que no hay mal que por bien no venga?
Eso es mentira.
Me centraré en lo importante:
En mi familia, mis amigos, mi pasión por el arte…
Aceptaré que tengo derecho a estar de bajón de vez en cuando,
porque estar de bajón es humano.
No pienso rendirme ante ningún problema.
Confío en mí y soy capaz de vencer lo que sea.
Volveré a caer millones de veces,
pero siempre volveré a erguirme,
porque me di cuenta de que, oh…
Oh sí, amigo, me di cuenta de que…
Quizá la clave para ser realmente libre sea:
Reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.
Ser honesto con uno mismo,
centrarse en lo importante y olvidarse del ruido.
Quizá la clave para ser realmente libre sea:
Reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites.
No obcecarse con los objetivos,
tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo.