Siempre tendremos que vivir con el dilema del erizo, pero lo que nos diferencia es la longitud de nuestras púas.
Para los [verdaderamente] enamorados todos los días son San Valentín.
Tu [por otro lado, falso] complejo de autosuficiencia ha propiciado que tengas la inteligencia emocional de una piedra. Si a todo esto le sumamos el orgullo, la terquedad y los arranques infantiles y caprichosos… ¡Qué gran personalidad! ¡Qué gran persona!
Cuestión de saltos
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Saludos.
No hay más ciego que el que no quiere ver.