Otra muestra más de lo retorcida que es la mente humana es que esta noche cené atún con mayonesa en un bocata, y mientras me lo comía me encontré recordando cuando estábamos en Lyon sentados al lado de la catedral almorzando unos bocatas de lo mismo. Por si fuera poco, de postre comí yogur natural con muesli y me acordé de aquel desayuno en Luxemburgo, en el mejor albergue que tuvimos la suerte de visitar.
No sé, pero creo que tendré que vivir con estas cositas que me recuerdan tanto a ti, sólo que no las recuerdo con la tristeza que me embargababa ayer, más bien con el sentimiento melancólico que despiertan las cosas bonitas del pasado.