Llevo bastante tiempo dándole vueltas a una idea, una apreciación de la conducta de las personas, usuarios de programas de mensajería instantánea tipo MSN o sistemas de mensajes como pueden ser los SMS. Me toca los cojones la moral el hecho de que la gente que tanto escribe luego no sea capaz de decir eso mismo en una conversación normal cara a cara. Y me toca tanto los cojones la moral porque yo sí que puedo decir cualquier cosa sea cual sea el medio de comunicación; es más, prefiero que sea una conversación en persona por una razón simple pero compleja a la vez: la comunicación no verbal.
La comunicación no verbal supone más del 65% de la información que se transmite en una conversación, demasiada información que se omite cuando no se habla en persona. Los emoticonos, esas caritas con gestos faciales, existen para suplir mínimamente esa información que no se puede transmitir sólo con palabras escritas, pero incluso así existe un déficit comunicativo importante.
Además, el hecho de que alguien te hable claramente cara a cara dice mucho de esa persona, dice todo lo que le falta al resto que se dedican a esconderse detrás de una pantalla y un teclado. Me da pena que últimamente haya más gente que prefiere una conversación en línea que disfrutar de una tertulia en vivo. Yo pienso seguir ahí, en mi posición de defensa de lo tradicional, aunque esto me lleve a cabreos sordos como el que tengo encima.