La imagen de la derecha la vi en Francia. Por lo visto Bélgica ha sido el primer país europeo en votar en contra de las bombas de racimo, y el resto de países no han dicho nada de nada. Es una campaña para conseguir firmas para la causa, en la cual ya he firmado.
De todas maneras, creo recordar que las bombas de racimo ya estaban prohibidas por la OTAN, pero no sé, como en las últimas guerras los mayores hijos de puta mundiales [léase Estados Unidos] se han hartado de lanzar este tipo de armas pues no sé. Es que como van de independientes, reyes del mundo, y pueden hacer lo que les dé la gana…
Bueno, lo dicho, firmen en contra de las mutilaciones y las muertes de inocentes por culpa de los intereses de cuatro empresarios que son los que controlan el cotarro. Otro día les cuento quién manda en Estados Unidos, y no precisamente los políticos.
La otra imagen es sobre una película de animación francesa, que tenía un cartel tan grande que necesitaba de dos expositores, uno al lado del otro. Se trata de Azur et Asmar, una película que [según cuentan] trata sobre la convivencia de las culturas. La película ni me va ni me viene, simplemente quería comentar la orgía de colores que es el cartel.
Cada vez que lo veía, y esto ocurría siempre desde la ventanilla del tren, me quedaba como bobo mirando los detalles de las plumas y los pelos de los animales, además que los colores son extremadamente llamativos. Lástima que no sacase una foto in situ para que se notasen las dimensiones.