Valora tus prioridades, piensa «por qué» y «para qué», no pierdas el norte y recuerda que el honor es tu única riqueza.
Llevo tiempo pensando en ello y creo que voy a realizar el harakiri ritual escindiendo parte de mis pensamientos. Cuando algo no tiene sentido no hay razón para perpetuarlo así que haré como el bambú que se dobla y aguanta la tormenta.