Frío ascendente

Hoy tuve partido en el campo de La Esperanza y, señoras y señores, eso sí que es frío. Siempre digo lo mismo, me repito, pero es cierto: si fuese un frío «seco» como puede hacer en algunas zonas de la Península pues se podría aguantar más, pero al ser un frío «húmedo» te entra hasta los huesos, estés abrigado o no. Empieza por los pies, y te va ascendiendo por las piernas hacia arriba, de ahí el nombre que le doy, frío ascendente.

Y menos mal que no llovía, porque si no entonces hubiese sido el remate. Hacía un poco de brisa ligera y se hacía notar, aumentando la sensación de frío. No entraré en la teoría física del calor, el frío y el intercambio de temperatura… Pero la sé, que conste, y no voy a aburrir al personal. La próxima vez llevaré un pasamontañas o algo que me cubra las orejas, porque acabaron prácticamente escarchadas.