Primero pensaba aclarar ciertas cosas, como por ejemplo por qué escribo, pero se me quitaron las ganas. Luego iba a hablar sobre el partido de esta tarde y el vaho que desprendía por la nariz, pero también se me fueron las ganas. Mientras escribo este post también se me están yendo las ganas, pero no, tengo que terminarlo y publicarlo. Podría echarle la culpa al resfriado, pero también hay más cosas… ¡Coñe, quiero ponerme bien!