Piensa, luego actúa y vive

DSCN0014No hace falta complicar las cosas aún más, porque a todos nos vendría mejor simplificar un poco. No digo que disfrutes del sufrimiento, porque sufrir es inevitable cuando algo te importa lo suficiente. Pero es que sufrir también es parte de la experiencia de vivir y, a menudo es lo que nos enriquece. Pero algo muy diferente es amargarnos la existencia, porque no hay necesidad de ser masoquista.

Si echas de menos a alguien, simplemente llama o manda un mensaje.

Si quieres quedar, no esperes una invitación y toma la iniciativa.

Si te sientes incomprendido, prueba a explicar mejor las cosas.

Si tienes dudas, no dejes de preguntar.

Si algo no te gusta, dilo y exprésate.

Si algo te gusta, da las gracias y compártelo.

Si quieres algo, piensa si realmente lo necesitas y, si es así, pídelo.

Si quieres a alguien, díselo.

Pero, sobre todo y ante todo, no pierdas el tiempo.

Desde la estepa

Mucho se me había prometido allí, poderosamente habían aguijoneado mi curiosidad los ecos de aquel mundo extraño; con frecuencia medité horas enteras profundamente sobre esto. Y cada vez con mayor claridad me hablaba el aviso de aquellas inscripciones: “¡No para cualquiera!” y “¡Sólo para locos!” Loco, pues, tenía yo que estar y muy alejado de “cualquiera” si aquellas voces habían de llegar hasta mí y hablarme aquellos mundos. Dios mío, ¿no estaba yo hacía ya muchísimo tiempo bastante alejado de la vida de todos los hombres, de la existencia y del pensamiento de las personas normales, no estaba yo hacía muchísimo tiempo bastante apartado y loco? Y, sin embargo, en lo más íntimo de mi ser comprendía perfectamente la llamada, la invitación a estar loco, a arrojar lejos de mí la razón, el obstáculo, el sentido burgués, a entregarme al mundo hondamente agitado y sin leyes del espíritu y de la fantasía.

Hermann Hesse. El lobo estepario

Tópicos a desterrar. Yo invito

inviteHistórica y culturalmente siempre se ha establecido que en una relación el hombre siempre debe invitar a la mujer, ya sea al cine, tomar algo o almorzar. Parece que si un hombre no paga la cuenta queda mal, que es un caradura o, incluso, un vividor a costa de su pareja.

Pues no, yo he invitado y me han invitado, y no ha habido ningún tipo de problema en ese aspecto. Incluso he pagado a medias y en ningún momento me he sentido extraño. Así que a partir de ahora todo el mundo a pagar, que no sólo los tíos tenemos dinero.